miércoles, 4 de septiembre de 2024

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De cien años atrás y un poco menos también

Historias de Bardo. Siglo XX es una nueva publicación de la Asociación Civil Teatro del Bardo, que hace unos pocos meses se conoció en Paraná y ahora comenzó a circular por todo el país.

El libro, como su nombre lo indica, remite a historias barderas del siglo pasado, pero como saben en la grupalidad, el bardo sigue actuando actualmente. Usamos la expresión en el sentido de conflicto, disputa o problema, como creemos escogieron los integrantes, sin dejar de pensar en “el Cisne de Avón”, por supuesto.

Por eso los textos dramáticos de Pánfilos (2018), de Valeria Folini, Walter Arosteguy, Olivia Reinhart y Tovio Velozo y Jacinto Rojo (2013), de Valeria Folini, Nadia Grandón y Walter Arosteguy, vienen acompañados de críticas, textos periodísticos, fichas técnicas y un código QR que permite acceder a las imágenes de los sucesos escénicos, ficha técnica y la génesis de los trabajos a partir de la intervención en El desmontaje infinito que se transmitió por youtube.

El prólogo fue redactado por el investigador especialista en los teatros obreros, libertarios y anarquistas, Carlos Fos, y es uno de los últimos aportes del antropólogo cultural recientemente fallecido, al estudio o consideración de un sector importante  del  teatro argentino y su sociedad. También hay artículos de Daniel Fiorotto, Violeta Vignani, críticas y notas de Víctor Fleitas, Fernando Kosiak y Roberto Schneider del 2013, aparecidas en medios de Paraná y Santa Fe.  

Las piezas en cuestión rinden algo así como tributos pues, a la escena ácrata de comienzos del siglo pasado en Entre Ríos y España, y rescatan para el presente sus motivaciones de compromiso y militancia combativa.

Este libro se suma a Resistencia trágica (2018), donde el reconocido grupo entrerriano había dado a imprenta varios de los textos dramáticos escenificados hasta la actualidad; esta edición más pequeña, sin embargo, amplifica notoriamente su trabajo original y su difusión nacional.

En el contexto de los últimos meses en el que los espacios culturales ven peligrada su existencia, la aparición de este texto confirma el esfuerzo en el proyecto creativo grupal de los integrantes, y se agradece.

Rescate regional

Las Obras dramáticas reunidas, de Isidoro Rossi, con estudio preliminar y compilación de Guillermo Meresman, volumen recientemente aparecido,  aporta un mosaico importante en el revestimiento de esa pared que llamamos historia.

El libro, de la editorial independiente de Paraná Azogue Libros, incluye cuatro textos inéditos de Rossi, que son presentados por la directora del Instituto Nacional de Estudios de Teatro (INET) Laura Mogliani, y vienen acompañados por un anexo fotográfico que rescata del olvido la figura del insigne autor paranaense, estrenado numerosas veces en el litoral.

En efecto, Rossi fue uno de los pocos autores entrerrianos del siglo pasado que optaron por quedarse en su provincia, desempeñando distintos roles en el campo cultural local y adquiriendo cierta notoriedad nacional. Meresman ha gastado una vida ocupándose de él en distintas oportunidades, escribiendo sobre el letrista de la Marcha de Entre Ríos estudios, análisis del corpus textual, capítulos y artículos sobre sus producciones y figura. En el 2022, organizó una valiosa muestra en el Museo de la Ciudad Dr. Blas Pérez Colman, que guarda el patrimonio existente de don Isidoro Rossi.

Esta vez, acerca una aproximación a sus tareas, temas, estrenos y circulación de la impar labor llevada a cabo por “el muchacho que era bueno” entre 1920 y 1951, año del deceso del dramaturgo que escribiera Por despistar, En la cuesta, El muchacho no era malo y Cárcel, esta última estrenada en diciembre de 1935 en la penitenciaría de la capital provincial.

Registro de la puesta histórica
en la cárcel de Paraná (entre 1935-37)

Este libro de casi 170 páginas, de cuidada edición, puede ser pensado además como los 170 escalones de una escalera al conocimiento total imposible sobre o del creador del grotesco criollo ¡Berto! (1933). Cada una de sus páginas trae aparejado un pacto con el pasado teatral y un futuro potencial: desfilan los nombres también como en una galería de recuerdos de la española Concepción Arenal, del uruguayo Florencio Sánchez, del concordiense Juan José de Soiza Reilly, del Nobel Jacinto Benavente, y provocadoramente tal vez, de Alberto Ure.

Es una publicación amable, celebratoria, que confirma la valía de una obra dramática fundamental para el teatro argentino y de un estudioso o al menos interesado en sus huellas.

Cabe destacar que tanto Historias del Bardo como Obras dramáticas reunidas cuentan con apoyo del Instituto Nacional del Teatro.