Revista de artes escénicas, de distribución gratuita, producida en Entre Ríos, Argentina.
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martes, 6 de septiembre de 2016
martes, 19 de julio de 2016
Postales del 12º Festival de Teatro de Rafaela
Por el viaje sonoro de Monstruos que propone el Bineural-MonoKultur (Córdoba) en el laberíntico escenario de maquinarias viejas del Museo Municipal Usina del Pueblo, de Rafaela.
Valija, de Transhumantes Circo, que
se vio en la Carpa de Circo, con las divertidas peripecias de Darío Curti y Hugo Amado.
Apenas un instante de la desopilante historia que acerca La piel del poema de Ignacio Bartolone.
En Como el caracol, Hilario Vidal es Chicho Capucho, un tierno personaje que invita a reir y divertirse, sin necesidad de exaltar, gritar ni faltar el respeto al público, como suele verse en algunos espectáculos para niños, sino simplemente apelando al juego, ese que atraviesa todas las generaciones.
La plaza Eva Perón, uno de los lugares en la que se hizo, colmada.
Aquí... Rudy Guemes se lució con su Espectacular espectáculo, en la función que dio en la placita José Hernández.
En esta estampa del público, se refleja y sintetiza tal vez, el espíritu de este feliz festival o feliztival, como se lo denominó en esta edición.
sábado, 9 de julio de 2016
“El cruce”, última producción de Teatro del Bardo
Cuando los márgenes
se atraviesan y cuentan
Mónica Borgogno
El cruce es una obra coral, coreográfica, musical. Los tres adjetivos bien le caben.
Distintas voces y relatos se escuchan, ven y viven. Los actores de este nuevo trabajo de Teatro del Bardo, Juan Kohner, Toño López y Andrés Main, se desdoblan en personajes queribles que habitan un margen, no importa cuál, salen de una orilla descuidada y perseguida, ansían otra orilla, otro horizonte tal vez. Y entonces los actores se salen de las composiciones que hicieron de unos increíbles Francis, Paulo y Berger, para relatar una y más historias, cantar, bailar. Son actuaciones pregnantes, de esas que interpelan, que atraen y que no necesitan escenografía, porque con estos actores uno ve el ranchito cascoteado y quemado, un camino rojizo y largo por el que corren, un río que espera ser atravesado, la selva y sus cuentos.
se atraviesan y cuentan
Mónica Borgogno
El cruce es una obra coral, coreográfica, musical. Los tres adjetivos bien le caben.
Distintas voces y relatos se escuchan, ven y viven. Los actores de este nuevo trabajo de Teatro del Bardo, Juan Kohner, Toño López y Andrés Main, se desdoblan en personajes queribles que habitan un margen, no importa cuál, salen de una orilla descuidada y perseguida, ansían otra orilla, otro horizonte tal vez. Y entonces los actores se salen de las composiciones que hicieron de unos increíbles Francis, Paulo y Berger, para relatar una y más historias, cantar, bailar. Son actuaciones pregnantes, de esas que interpelan, que atraen y que no necesitan escenografía, porque con estos actores uno ve el ranchito cascoteado y quemado, un camino rojizo y largo por el que corren, un río que espera ser atravesado, la selva y sus cuentos.
Es que la obra que se acaba de estrenar este viernes 8 en la Carpa de Teatro y Circo La Moringa, parte del cuento El cruce de Sebastián Borkoski, un joven y prolífico escritor nacido en Misiones y de relatos de Horacio Quiroga. Valeria Follini es quien los hilvanó y Gabriela Trevisani, la responsable de la dirección. Es el primer trabajo como directora de esta conocida actriz de Teatro del Bardo y se lució. El espectáculo tiene detalles e imágenes de su fina y precisa mirada, siempre atenta al aporte de los otros. Al leer la ficha técnica uno puede ver la valía de tantos ojos y disciplinas conjugadas en este trabajo, pero también en esas instancias de preestreno con otros espectadores y directores capaces de señalar, cuestionar o celebrar, que supo hacer y valorar Trevisani acaso para asegurarse el resultado que finalmente se vio: aplauso prolongado, risas contagiosas, celebración del buen teatro.
Cuando uno entra a ver El cruce, entra con una foto y una semillita de regalo. Por la misma puerta también entran luego los actores que se acercan a los espectadores con una consigna sencilla, con un ánimo y una cantina al costado que invitan a distender. Y la obra relaja y de a poco uno empieza a reír del juego de los actores, a meterse en esas historias que recuerdan y vivencian, y a disfrutar de la repetición de una escena, cuasi cinematográfica, que potencia su sentido e impacta doblemente sobre el espectador, o bien de su contrario, el congelamiento de un momento que descoloca o ubica al que mira y ríe, para que piense en todos esos entrecruzamientos de sentidos que de manera compleja y amena a la vez, propone esta obra.
El espectáculo se completa con el trabajo en luthería y objetos a cargo de Jani Toscano y la asistencia coreográfica de Juancho Capurro que merecen una mención especial, uno porque sorprende y permite la magia de sacar música de un rifle, un tacho o una tabla de lavar, el otro porque colabora en impresionar y hacer hablar a todo el espacio.
Así, aquella semilla que ofrenda El cruce, seguro germinará pronto en más espectadores que irán en busca de las emociones e imágenes que aquí se comparten o tantas otras que cada uno pueda imaginar.
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Fotografía de Felipe Toscano |
El espectáculo se completa con el trabajo en luthería y objetos a cargo de Jani Toscano y la asistencia coreográfica de Juancho Capurro que merecen una mención especial, uno porque sorprende y permite la magia de sacar música de un rifle, un tacho o una tabla de lavar, el otro porque colabora en impresionar y hacer hablar a todo el espacio.
Así, aquella semilla que ofrenda El cruce, seguro germinará pronto en más espectadores que irán en busca de las emociones e imágenes que aquí se comparten o tantas otras que cada uno pueda imaginar.
lunes, 13 de junio de 2016
La Teatral y un nuevo espacio para reencontrarse
Entre el 6 y el 8 de mayo pasado se
hizo en Paraná la presentación en sociedad del Foro de Teatro Paranaense, un
colectivo que viene desde principios de año, reuniéndose y charlando de un
amplio abanico de preocupaciones comunes. Estas reuniones, abiertas y en
lugares diferentes de la capital de Entre Ríos, tuvieron entre sus primeros
impulsores al director teatral Lito Senkman, suerte de catalizador de las
distintas inquietudes, que propició al final de este nuevo festival, un sentido
homenaje a su trayectoria, a pocos días de su desaparición física.
El Foro, cuya suerte se forja
semana a semana, en discusiones e intercambios de informaciones, datos,
opiniones referidas al campo teatral local y nacional, está actualmente
integrado por una quincena de artistas y gestores destacados y emergentes del
quehacer teatral regional que, hay que decirlo, recibieron acompañamientos
significativos de las áreas de Cultura de la Provincia y de su
similar y de Turismo de la ciudad, de la Facultad de Humanidades, Artes y Ciencias
Sociales, y de importantes invitados que mantuvieron una intensa agenda.
El eje de la propuesta bautizada La
Teatral- Paraná a escena, pasó no obstante, por la presentación de cinco producciones
-distinguidas y premiadas en los últimos tres años- en el Teatro Municipal 3 de
Febrero, a lo que se sumó un público ávido, que supo acercarse a cada una de
las actividades programadas.
En el auditorio “Walter Heinze” de la Escuela de Música, Danza y
Teatro Profesor Constancio Carminio, Dubatti amenizó su disertación con
numerosos ejemplos provenientes de la Escuela de Espectadores que coordina en Buenos
Aires hace más de una década. A la vez que nutría su charla con citas,
referencias bibliográficas, anécdotas propias y conceptos de la más actualizada
teatrología, hizo tentar de risa a más de uno con su didáctica y sus jugosas
observaciones.
Una numerosa platea integrada por
alumnos y algunos docentes del Profesorado en Teatro que se dicta en la
institución y en Gualeguaychú, artistas y espectadores generales, aprendió, rió
y lo aplaudió con ganas, sabiendo que al día siguiente este Dr. en Historia y Teoría
del Arte (UBA), dictaría en el mismo lugar y después de la hora del almuerzo,
un seminario intensivo referido a las Políticas
del espectador.
Viernes
La primera obra que se pudo
apreciar fue Jacinto Rojo, una
creación del reconocido Teatro del
Bardo, dirigida por Valeria Folini, que encantó a los presentes, y ya fue
disfrutada en La Pampa
y otros escenarios.
El espectáculo muestra buenas
actuaciones de Nadia Grandón y Walter Arósteguy, y una concepción global con
ritmo, humor y reflexión. Siguiendo a Dubatti, podría decirse que la propuesta
se planta desde una liminalidad por demás de atractiva, ya que parte casi de la
tradición del teatro-foro, escogiendo de partícipes a algunos integrantes del
público, para adentrarse en la historia de la configuración de la patria, las
ideologías alternativas acariciadas por el anarquismo y el socialismo, y un
juicio de final abierto, que cuenta activamente con la colaboración-acción de
los espectadores que subieron al escenario mayor.
El espectáculo, cuidado, pulido y
emotivo, cuya dramaturgia no tradicional es responsabilidad de Folini y
Grandón, fue muy alabado por los críticos -Julio Cejas, Roberto Schneider y
Carlos Marín, especiales convidados de este primer Festival- y por una platea
que disfrutó tanto la producción independiente, como su elección para la
apertura de La Teatral.
Es imposible no reparar aquí en la
inclusión de uno de los acostumbrados murciélagos que habitan la sala principal
de Entre Ríos, desde hace más de ciento sesenta años, interviniendo en la
evolución de la acción. La destreza de la pareja de actores permitió
sobrellevar la presencia del invitado sorpresa –que en este caso no sobrevoló
sino que caminó el escenario-, integrándolo al juego de la representación y
encontrando en él, un ayudante o colaborador por demás de dócil y pregnante.
Frecuente son esos accidentes en el
viejo edificio del teatro, lo que hace sospechar de una sobreabundancia de
mamíferos nocturnos en los altos inexpugnables de las cuerdas y los arácnidos,
a los que las autoridades deberán atender en un futuro no lejano.
En la segunda función del primer
día, tuvo lugar la función de Criaturas,
el clásico de Alberto Adellach, re versionado con dirección de Juanqui
Izaguirre.
En este caso, se trató de un
trabajo que permitió también el lucimiento de sus jóvenes intérpretes (Maximiliano
Boyero, Diego Tórtul), y de la música que aportó Paulina Alfaro, como gran
creadora de atmósferas.
La pieza cuenta no sólo con las
cualidades y destrezas de los actores, tiene el hallazgo de mostrar los
contrastes de dos cuerpos: uno rubio y melenudo, el otro morocho de pelo corto,
pero ambos con igual e increíble nivel de despliegue físico y lúdico.
En el marco de las mesas de
devoluciones junto a críticos de la región, Juanqui Izaguirre señaló que el texto invitaba a una propuesta
de juego físico y tierno a la vez. También recordó que junto a Diego Rodríguez,
él había atravesado esta obra pero como actor, entre 1996-1997, con dirección
precisamente de Senkman.
Sábado
El sábado, tanto los desmontajes,
como el seminario de Jorge Dubatti, la charla de Marcelo Allasino
con parte de
la comunidad teatral, y las obras La luna
y el otro, del grupo Patatas Patas XL, y Un eco más, del grupo Metamorfosis, continuaron convocando a
cientos de interesados y artistas en diálogos.
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Concurridas mesas de devoluciones, en un marco de respeto y horizontalidad pocas veces visto. |
La propuesta primera, se llevó
diferentes comentarios y aplausos sobre el escenario del Teatro Municipal.
Prevista para una platea reducida, cerca de veinte espectadores debieron
seguirla de pie, lo que generó algunas protestas, y tal vez fue uno de los
pocos desaciertos de la organización que se vio un poco superada.
Sin embargo La luna y el otro, trabajo dirigido por Silvina Fontelles y
actuación y manipulación de objetos a cargo de Pola Ortíz, Victoria Roldán y
Sergio Trevisán, mantuvo en vilo a los espectadores. Es que la obra tiene
momentos muy plásticos y poéticos, objetos fina y minuciosamente perfilados, y
un relato simple que va del nacimiento de un hijo, sus cuidados, luego su
pérdida, la lucha por encontrarlo y la recuperación, que la tornan conmovedora
por todas las resonancias que trae aparejadas. Es una puesta en escena
distinta, atractiva, que explora un diafragma de novedosas notas, texturas y
colores. La pieza tal como está concebida, obliga al espectador a meterse en el
mundo de esos pequeños objetos animados por los actores y así padecer o
celebrar las vivencias de sus personajes.
A continuación se vio la versión de
Antígona dirigida por Nadia Grandón y
Oscar Lesa, en la que confluyen ideas en torno a los autoritarismos y matanzas
sobre geografías de tinte latinoamericano. Es un bello y significativo espectáculo,
especialmente potenciado, como ocurriera en Salta el año pasado, en un espacio
de mayores dimensiones a las de su propia sala ubicada en Alameda de la Federación. Los
desempeños actorales, el trabajo del músico Ariel Dutria, el vestuario de
Andrea Fontelles, volvieron a golpear a los espectadores desprevenidos, con una
producción que, además de la emoción y los aplausos en el “primer coliseo”, se
ganó el elogio del director del INT, Marcelo Allasino, quien entre otras cosas señaló que esta obra debería integrar la grilla de próximos ciclos de Teatro x la Identidad.
Se trata de una puesta que concentra
varios méritos. Tal vez el mayor, sea esa doble desnudez que propone, la de los
cuerpos de mujeres acribilladas o colgadas y la de las palabras, tan al
natural, tan íntimas, tan personales, tan únicas, tan de las vidas de las
mismas actrices que exponen fragmentos de sus historias de manera cruda y bella
a la vez, para que interpelen y conmuevan.
Al maestro, con cariño
Esperado homenaje a Lito Senkman. |
El domingo a las 20, actores,
artistas plásticos, funcionarios, amigos, familiares de Lito Senkman, se
llegaron hasta hall de ingreso a la sala mayor y lo colmaron. A esa hora estaba
previsto el homenaje y agradecimiento postrero de toda una comunidad, al gran director
teatral. Dichas presencias, le imprimieron más emoción aún a esta despedida y
tributo al realizador, fallecido prematuramente a comienzos de este año.
El elenco se lució con un más que
interesante texto dramático, que aportó humanidad, conflicto y acción, también
para una platea reducida en el propio escenario, pero en posición inversa a la
de La luna y el otro. Esta acertada
decisión, que otorgó profundidad en el espacio y en la carnadura de los
personajes, también alcanzó altura en las interpretaciones y en el mágico lugar
escogido. Conmovidos, a su término, muchos de los presentes abrazaron a los
artistas, acaso en una de sus mejores noches interpretativas.
Así, el Foro de Teatro Paranaense, agrupó
diversas inquietudes y manifestó, en su variedad, una iniciativa poderosa que,
como señaló El Diario, tiene mucho
más por delante, para brindar a la comunidad toda.
La producción de un ambicioso
evento inédito en la región, la ejemplaridad de una austeridad cierta y una
amabilidad acorde, el respeto y a la vez la voluntad de intervenir en el
panorama cultural local y nacional, “demostraron la madurez” de los agentes del
campo teatral de la ciudad, al decir de Carlos Marín, y el compartido deseo de
proseguir actos contundentes, como los de la primera edición de La Teatral - Paraná a escena.
Muestra
El periodista Julio Cejas (Rosario 12). |
miércoles, 27 de abril de 2016
Del 6 al 8 de mayo, Paraná es sinónimo de teatro
Desde hace unos meses se constituyó un Foro de Teatro Paranaense, con el simple objetivo de charlar como se hace precisamente en un foro, sobre problemáticas e inquietudes comunes y siempre bajo una modalidad horizontal, abierta a todos, democrática.
Quienes hacemos la revista LA OTRA BUTACA, participamos activamente de este Foro junto a otros tantos colegas de distintos grupos de teatro de la capital entrerriana. Varios empezamos a juntarnos, reunirnos, debatir y pensar en el teatro que queremos hacer, mejorar, contagiar. Así fue que organizamos el Festival La Teatral-Paraná a escena que se realizará del 6 al 8 de mayo.
Desde este Foro hemos diseñado una agenda de actividades abiertas al público, que incluye cinco obras de teatro e instancias de formación como charlas abiertas, un seminario, mesas de desmontajes, una muestra colectiva de fotos de distintas épocas y grupos, y un especial homenaje al director Lito Senkman, recientemente fallecido.
Quienes hacemos la revista LA OTRA BUTACA, participamos activamente de este Foro junto a otros tantos colegas de distintos grupos de teatro de la capital entrerriana. Varios empezamos a juntarnos, reunirnos, debatir y pensar en el teatro que queremos hacer, mejorar, contagiar. Así fue que organizamos el Festival La Teatral-Paraná a escena que se realizará del 6 al 8 de mayo.
Desde este Foro hemos diseñado una agenda de actividades abiertas al público, que incluye cinco obras de teatro e instancias de formación como charlas abiertas, un seminario, mesas de desmontajes, una muestra colectiva de fotos de distintas épocas y grupos, y un especial homenaje al director Lito Senkman, recientemente fallecido.
La propuesta comienza el viernes 6 de mayo a las 18 en
el Auditorio Walter Heinze de la Escuela de Música, Danza y Teatro Prof.
Constancio Carminio de la Facultad de Humanidades, Artes y Ciencias Sociales
(UADER), con la charla “Elogio del teatro”, a cargo de Jorge Dubatti.
Cabe agregar que Dubatti es Doctor en Historia y Teoría del
Arte (UBA), docente universitario, crítico e investigador teatral, y uno de los
teatrólogos contemporáneos de habla hispana más influyentes.
En el hall del Teatro 3 de Febrero, se podrá apreciar un
stand de publicaciones afines y una muestra fotográfica que recupera imágenes
de puestas locales de diversas épocas y grupos e incluye un espacio especial
para las obras y elencos dirigidos por Lito Senkman.
Hacia las 20 y a las 22 hs. habrá funciones en el Teatro Municipal 3 de Febrero cuya entrada se fijó en $50. Primero podrá verse Jacinto Rojo (Teatro
del Bardo) y luego, la obra Criaturas (Los Macanos).
En tanto la programación del sábado comienza a las 10 hs. Por
espacio de dos horas, a las 10 y en la sala de Arteatro (Tucumán 378), se
desarrollará una rueda de desmontajes de los espectáculos Jacinto Rojo y Criaturas que contará con la participación de periodistas, investigadores,
críticos invitados como Julio Cejas (Rosario 12), Larisa Rivarola (Asoc. Arg.
De Investigación y crítica teatral- Aincrit, Buenos Aires), Aldo Pricco
(Asociación Teatro Comparado, Rosario), Roberto Schneider (El Litoral) y Carlos
Marin (El Diario). Modera: Mónica Borgogno (Revista La Otra Butaca).
La jornada continúa de 13 a 16 con el seminario “Políticas
del Espectador”, dictado por Jorge Dubatti, en el Auditorio de la Escuela de
Música. Aquí, el docente se detendrá especialmente en su experiencia en la
Coordinación de la Escuela de Espectadores de Buenos Aires y acercará su mirada
sobre las piezas Jacinto Rojo y Criaturas.
A las 17 en el Foyer del Teatro 3 de Febrero está prevista la charla abierta a la comunidad
teatral local, junto al actual director del Instituto Nacional del Teatro,
Marcelo Allasino.
Hacia las 20 en el Teatro Municipal 3 de Febrero habrá
función de La luna y el otro (Patatas Patas XL) y a las 22 se verá Un eco
más (Metamorfosis).
El domingo 8 de mayo, de 10 a 12, en la Sala Arteatro (Tucumán
378) se concretará nuevamente una Charla - Desmontaje a los espectáculos La
luna y el otro y Un eco más.
Cerrando la última jornada, a las 20 en el Foyer del Teatro 3
de Febrero se realizará un Homenaje a Lito Senkman y un descubrimiento de una
placa en su nombre. Mientras que a las las 21 en
la Sala Mayor del Teatro se presentará
la obra teatral Un hueco con dirección del recientemente fallecido
director teatral.
No se pierdan esta oportunidad de aprender, disfrutar y ver teatro. En facebook de FORO DE TEATRO PARANAENSE van a encontrar más información sobre cada una de las obras. Aquí les dejamos una invitación especial:
martes, 1 de marzo de 2016
Homenaje
El pasado 2 de febrero, falleció en la ciudad de Paraná el director teatral Lito Senkman. A modo de homenaje, a un mes del hueco que dejó su partida, compartimos aquí unas palabras del director de La Otra Butaca
Muchos, sino casi
todos los trabajadores de las artes escénicas de la ciudad, estábamos
estrechamente vinculados con Lito Senkman. Era difícil no estarlo, durante las
últimas tres décadas. Aún los que, como en mi caso, llegáramos a él con algunos
años demorados, y nos veíamos tal vez lejanos a las propuestas y búsquedas que
desandaba con el Elenco Rotativo de la Universidad Nacional
de Entre Ríos, habríamos de cruzar nuestras órbitas. Pero sospecho ahora que
los más privilegiados fueron los que con Lito trabajaron, ensayaron,
produjeron.
La muerte acaso a
todos nos enaltezca, pero en el caso de Lito su don de gente, su sonrisa casi
siempre abierta, adquieren ahora que no está, una dimensión particular, y como
en los casos de esas personas que nos enorgullece su trato, nos hacen conocer
el dolor de esta pérdida irreemplazable, como bien definió Juan Carlos Gallego.
Director teatral –
uno de los pocos que quedaban de su generación, uno de los mejores-, maestro de
actores, figura insustituible para conocer y comprender muchísimos aspectos del
teatro argentino de las últimas décadas, el teatro entrerriano acaso le deba un
justo reconocimiento. Pero claro que a Lito no le interesaba demasiado ello, si
bien los vimos alegre y feliz casi siempre, y en especial cuando le comunicamos
que nuestra propuesta para proponerlo como Premio a la Trayectoria al
Teatrista de Provincia, en el Grupo de Estudios de Teatro Argentino e
Iberoamericano, había sido aceptada. Como signo de lo que dijo antes, Lito se
excusó entonces de no poder recibir su plaqueta en Buenos Aires, y pidió que la
recogieran por él. Esta fue una de las veces en que se lo intentó mimar en un
plano nacional, como reconocimiento a su fecunda labor.
Fundamental, Lito
Senkman, también, como promotor y como formador de una generación de actores (y
directores) vernáculos. Pero ya desde el final de su adolescencia, había
ingresado al teatro argentino como actor, por la puerta de la innovadora
primera versión de En el andén, de
Ernesto Frers, que dirigió a mediados de los ‘60 en Paraná el notable autor santafesino
Carlos Pais. Desde entonces se preocupó seriamente por su formación artística,
escogiendo siempre para estrenar (en Paraná, Santa Fe o Rafaela) un repertorio
movilizador, con lo mejor de la dramaturgia contemporánea. Sus puestas de
Griselda Gambado, Hugo Sacoccia, Alberto Adellach, Mauricio Kartún, Rafael
Spregelburd, Tito Cossa, Patricia Suárez o Marco Antonio de la Parra , entre decenas de
autores, producían el milagro y convocaron miles de espectadores.
Se reía o ponía
burlón cuando uno ponía a “los artistas” por encima de las de otros oficios, y
había elegido ser austero, sencillo, honesto, franco, humilde y de gran
sensibilidad.
Los espectáculos que
dirigió desde fines de los ochenta en Paraná, fueron muy diferentes, no pocas
veces novedosos, aunque desde el menemato, sus maneras habían ido tomando una
tendencia de gran despojo escénico. Siempre dispuesto a acompañar, desde
presentaciones de libros hasta mesas de charlas donde encontrarse con colegas.
Quedará en la
voluntad y el deseo de sus discípulos y alumnos, el no claudicar en sus
búsquedas, el no olvidar aprendizajes realizados.
martes, 9 de febrero de 2016
Crónica de Centroamérica
II Encuentro “Teatro y Memoria” en El Salvador
Entre el
14 y el 20 de enero de 2016 se desarrolló en San Salvador este Encuentro que,
en palabras de la teatrista Jennifer Valiente, busca proponer a la sociedad
salvadoreña, desde la práctica teatral, una instancia de reflexión sobre la
historia y su relación con la escena de su país. En efecto, el primer Encuentro
estuvo dedicado a la guerra que esta nación sufrió entre 1980 y 1992 entre las Fuerzas Armadas del Estado y el
Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional. El extenuante y luctuoso
conflicto concluyó hace hoy veinticuatro años, cuando se firmó el Acuerdo de
Paz de Chapultepec, dejando atrás una República devastada. Un país que, siendo
unos de los más pequeños de América Latina, es uno de los más ricos por su
exquisita tradición cultural y sus aportes artísticos contemporáneos que se traducen
en nombres como los del pintor y escritor Salarrué; el más grande caricaturista
latinoamericano del siglo XX, Toño Salazar; los poetas Claudia Lars y Roque
Dalton.

Toda la
programación del evento se desarrolló en el Teatro Municipal de Cámara “Roque
Dalton” (de “cámara” no tiene nada, posee 270 butacas) que dirige la actriz y
directora Rubidia Contreras, quien me hizo conocer del valor y significación
del quehacer teatral durante el período bélico (muchos puntos de contacto
surgen entre aquella experiencia y la que vivió nuestro país durante los años
1976-83).
El primer
espectáculo fue una adaptación de “El Principito” llevada a escena por el grupo
“Cuenterete Teatro”, con la dirección de Francisco Ramos, ilustre teatrista
salvadoreño radicado en Santa Tecla y con una trayectoria escénica vinculada
desde hace décadas con la pedagogía. Su montaje, que resultó ser hogar de
diferentes técnicas escénicas, sobresale por su calidad visual y las eficaces
soluciones plásticas que encuentra en la manipulación de muñecos y objetos.
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(foto de Mauricio Sánchez) |
El consuelo de la memoria
Luis Alvarenga

Si no teníamos ni remota idea de quién era Consuelo Suncín, de su fuerza
como mujer, de su vida como artista -que es más rica que su matrimonio con
Saint-Exupéry-, la pieza de Alejandro Finzi no sólo nos da una idea, sino que nos mueve y conmueve como espectadores. El drama
está planteado desde varias perspectivas que se conjugan: la de un escritor que
está en plena labor de hacer una obra sobre la agonía de Suncín -que recurre a
la técnica del distanciamiento para hacernos consciencia de que está escribiendo
el texto en ese instante y que interpela a la propia directora del elenco
teatral para hacerle indicaciones sobre la puesta en escena- ; la de la propia
autora, que está prisionera en el sanatorio, presa de una enfermedad pulmonar
que está minando su vida y la de las dos enfermeras que la atienden, que la ven
como una paciente problemática, de procedencia incierta y de ocupaciones raras.

sábado, 30 de enero de 2016
jueves, 19 de noviembre de 2015
Seminario Iberoamericano de Dramaturgia Creativa
Bajo la coordinación general de Mauricio Kartún, tuvo lugar
el Seminario Iberoamericano de Dramaturgia Creativa, que se dictó en tres intensas
jornadas en el Centro Cultural Kirchner, entre el 30 de octubre y el 1 de noviembre
pasado. Al encuentro asistió un total de 500 participantes. De a poco, iremos compartiendo
parte de lo registrado en cada una de las clases.
La primera conferencia –clase fue la del uruguayo Gabriel
Calderón. Como bien anticipaba el título
de su charla "Escribir leyendo - Lo que aprendí de la dramaturgia leyendo teatro",
este talentoso autor y director repasó diversas lecturas que resultaron
fundacionales para crear. “Sabía de teatro, de actuación, pero no sobre
escritura. Gané premios con mis textos pero siempre creía que había un
malentendido… siempre tuve desconfianza en la escritura y la vi como una
plataforma que corrigen los actores. Los errores y el conocimiento de ellos, son
importantes”, comenzó.
De su recorrido como lector se fueron desprendiendo sus
propios aprendizajes, conclusiones o metodologías a la hora de escribir.
Mencionó desde El zapallo que se hizo
cosmos, de Macedonio Fernández, el aporte del brasileño Nelson Rodríguez o
del francés Bernard-Marie Koltés. De este último leyó un fragmento de La vuelta al desierto, para ejemplificar
el agotamiento de un concepto, acaso también como posible método que despunte
una escritura.
Más adelante Calderón parafraseó a Thomas Bernard, cuando
propuso llevar todo el asco a la obra y no, la mitad.
Para cerrar, eligió un texto de su coterráneo Felisberto
Hernández, en el que el autor cuenta la génesis de sus cuentos. “…A pesar de
la vigilancia constante y rigurosa de la conciencia, ésta también me es
desconocida. En un momento dado pienso que en un rincón de mí nacerá una
planta. La empiezo a acechar creyendo que en ese rincón se ha producido algo
raro, pero que podría tener porvenir artístico. Sería feliz si esta idea no
fracasara del todo. Sin embargo, debo esperar un tiempo ignorado: no sé cómo
hacer germinar la planta, ni cómo favorecer, ni cuidar su crecimiento; sólo
presiento o deseo que tenga hojas de poesía; o algo que se transforme en poesía
si la miran ciertos ojos. Debo cuidar que no ocupe mucho espacio, que no
pretenda ser bella o intensa, sino que sea la planta que ella misma esté
destinada a ser, y ayudarla a que lo sea. Al mismo tiempo ella crecerá de acuerdo
a un contemplador al que no hará mucho caso si él quiere sugerirle demasiadas
intenciones o grandezas. Si es una planta dueña de sí misma tendrá una poesía
natural, desconocida por ella misma”…
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