Cada dos años se celebra este encuentro en Córdoba, que desparrama teatro de calidad, por todos lados: pequeños pueblos, salas convencionales, centro de jubilados o cárceles.
Mónica Borgogno
Una vez más y durante once intensos días, Córdoba fue
escenario del mundo y vidriera del teatro local, de alta calidad. La Agencia
Córdoba Cultura a través del Teatro Real es el organismo responsable de este
Festival bianual, que siempre ofrenda una programación que sorprende, emociona
e invita a pensar.
Miguel Bosco protagonista de "Horacio..." |
Más de 50.000 personas de toda la provincia, informaron los
organizadores, vieron teatro de poéticas y lenguajes de lo más diverso.
Obras de Bélgica, Canadá, Italia, España, Portugal, Suecia,
Serbia, República Checa, Brasil, México, Ecuador, Cuba, Uruguay, Colombia y
Bolivia se cruzaron con propuestas de Buenos Aires, Santa Fe, Entre Ríos,
Salta, Tucumán, Catamarca y Córdoba.
La región Centro Litoral tuvo una presencia notoria esta vez
con cuatro espectáculos que dejaron bien parada la producción artística del
interior y la calidad de sus actores. A saber, Carne de juguete y Horacio,
amigo de Hamlet, ambas obras de Rosario, Nenúfares, un espectáculo puto, de Santa Fe y El cruce, de Paraná.
La Comedia Cordobesa, por su parte, ocupó varios casilleros
de la grilla de programación, con cuatro espectáculos. En la jornada de
apertura, estrenó una versión libre del clásico de Luigi Pirandello Seis personajes en busca de autor, bajo
dirección de Corina Fiorillo quien orquestó y articuló el talento de 19
actores, de distintas generaciones: caras reconocidas y nuevas, de este elenco
oficial, tuvieron su momento de lucimiento en escena.
También se mostró Ella, de Susana Torres Molina y El último viaje de Consuelo de Saint Exupèry
de Alejandro Finzi, dirigidos por Gonzalo Tolosa y El avaro, de Molière que se vio en el penal de Bower con dirección
de Willy Ianni.
Una escena de "Carne de juguete" |
Los entrerrianos de "El cruce" cosecharon elogios en Córdoba |
Lucida actuación de Edgardo Dib en "Nenúfares..." |
Saludo final de elenco de "El avaro", en función en la cárcel (foto La Otra Butaca). |
La danza teatro tuvo su máximo exponente con Noite, un espectáculo de Portugal que
indaga en los disímiles submundos nocturnos. Jóvenes bailarines –André Braga,
Paulo Mota y Ricardo Machado-, de cuerpos muy pregnantes y versátiles desandan
y expresan los recovecos de la noche de la mano de textos del poeta Al Berto y
Sandor Marai y una puesta que con un sinnúmero de cubiertas y precisa
iluminación, logra significar cuevas, agujeros, montañas, un cuadrilátero de
box, un pozo, un lugar adonde echarse a dormir, una protesta, violencias
varias, un puente o un pedestal.
Pieza plástica (Buenos Aires), de Marius Von Mayenburg, dirigida por Luciano Cáceres, subió a escena una historia que con humor pone en cuestión las relaciones de pareja y familiares, la violencia, las frustraciones. Además del texto y la puesta, sobresalen las actuaciones de Florencia Benítez, Joaquín Berthold, Santiago Magariños, Daiana Provenzano y Julián Calviño.
Claudio Da Passano y Claudio Martínez, Abel y Caín en "Terrenal" |
Lujo local
Agamenón, volví del
supermercado y le di una paliza a mi hijo, de Rodrigo García, dirección de
Sergio Osses, al igual que El Cura.
Teatro coral y Los hijos de… (un
drama social) –esta última dentro de la programación de los Premios 2016 de
la Subdirección de Artes Escénicas de la Agencia Córdoba Cultura-, figuran tal
vez entre los nuevos trabajos del teatro que se hace en Córdoba y que tuvimos
oportunidad de ver. Una y otra puesta, resonó e impactó sobremanera en los
espectadores, ya sea por sus puestas innovadoras o bien por el diálogo que estos
textos generan con las noticias, con el contexto actual, con la virulencia del
consumismo y los discursos vacíos, con la pedofilia, la homofobia y la
hipocresía, con el desamparo del desempleo o los despidos y el menosprecio y
ninguneo de los empresarios.
"Agamenon..." |
En el caso de Agamenón
-que se hizo en la cuidada y preciosa sala La Chacarita-, la violencia de
lo dicho parece tocar al espectador, sacudirlo internamente y dejarlo pasmado.
La síntesis del consumo porque sí y el vacío existencial, que se observa en
esta puesta y su vestuario plástico, en las actuaciones de Lucas Goria y Pola
Halaban y en la atmósfera sonora y visual asfixiante, llega, provoca y demuele.
En tanto El Cura. Teatro
coral en tanto, constituye una tesis teatral. Este trabajo, dramaturgia y
dirección de José Luis Arce, habla de la pedofilia pero no solamente, explica
de algún modo las complicidades o la razón de ser de la existencia de estos
sujetos: la homofobia y la hipocresía social. Las distintas voces de los ocho
actores y sus parlamentos, en distintos planos o al unísono, construyen un
universo oscuro, una trama social y estética que enuncia lo complejo, la
espesura de los dobles discursos. Es un texto potente, necesario. Es una obra
necesaria de ver.
"Los hijos de..." |
Hubo más exponentes del buen teatro que se hace en la Docta
como Esdrújula, palabras para Bonino,
de Zeppelin Teatro, Volver a Madryn
de Rodrigo Cuesta o Los Modernos 15 años,
que hemos podido disfrutar en otros festivales.
Arte como continente
Imagen de "Noite" (Portugal) |
"Penev" (España) |
"Hermanas del Alba" (Bolivia). Foto de La Otra Butaca |
Otros, fueron público ocasional desde la ventanilla del colectivo urbano o un taxi. Ya en el escenario, la historia de Bernarda y sus hijas, se desplegó en clave de flamenco. Si bien el texto se demoró en llegar y resultó bastante abreviado en esta propuesta de danza teatro, el trabajo de las bailarinas es notable, exhibieron gran técnica y generaron momentos únicos de gran belleza que generaron aplausos espontáneos, incluso mucho antes del final.
Un manifiesto y un
convite
Italia se destacó con la presentación de Still life 2013 de Ricci-Forte. Un
trabajo a todas luces, impactante y movilizador. Uno de los trabajos más
conmovedores vistos arriba de un escenario.
No es un teatro que deja pensando, no. Estos artistas van
más allá y procuran que uno cambie de idea y pensamiento, que los espectadores
salgan siendo más humanos que cuando entraron a la sala. Cuando todo
deshumaniza y el otro y las diferencias, no pueden ni verse siquiera, esta obra
hace vibrar nuestras estanterías y conmueve, claro. Tiene belleza, poesía,
imágenes y metáforas por doquier. El espectáculo muele, pisa, golpea, machaca
los corazones para que nunca más un pibe cualquiera se suicide perseguido por
el bullyng homofóbico. Ese fue el hecho real que disparó la producción de esta
obra: un chico de 13 años en Roma, en 2013, se colgó de la lámpara de su casa con
su bufanda rosa, su color preferido y con el que lo acosaban sus pares.
Hay un momento único, el de dos mujeres -que pueden ser dos
madres, dos padres o dos tíos-, que enumeran casi hasta el infinito, todo lo
que enseñarán a sus hijos para no reproducir más miserias, prejuicios,
estigmas, persecuciones. Es una enumeración que parece no acabar y eso lo hace
aún más bello y triste a la vez.
La luz de lleno a la platea y la puesta a prueba del
público, a ver hasta dónde se bancaba la homosexualidad, con un beso –como
simple manifestación de amor- en la boca de parte de los actores varones a los
espectadores varones y de las actrices a las mujeres que se habían sentado en
la primera o última fila, fue un gesto “incredibile, inaspettato e
meraviglioso”. No hay mejores palabras que esas, en italiano, para describir lo
visto y sentido en el Teatro Real de Córdoba.
Still Life 2013 (Italia) |
Se trata de un teatro que denuncia de manera profunda y que
ansía una sociedad más humana. Así lo dijeron los creadores en la charla previa
y eso mismo se trasuntó en el espectáculo.
Hermoso encontrarse en la vida, con artistas tan
comprometidos y talentosos.
Este espectáculo, cabe destacar, ha girado por toda Italia
desde 2013 hasta entonces. La primera vez subió a escena en el Teatro Argentino
de Roma. Ahora venía de mostrarse en Uruguay, pasó por Córdoba y siguió viaje
hasta México, donde por estos días se verá en las ciudades de Cualiacán,
Mazatlán, Guanajuato y en León.
Los que anden por ahí, ya saben, tienen que ir a ver Still
Life 2013. Van a quedar como desplumados o destripados, pero agradecidos.
En la edición papel de
diciembre ampliaremos estos conceptos, más reseñas de obras y agregaremos más información sobre
libros y otras actividades realizadas en este super festival. ¡Estén atentos!