La Otra Butaca, por el Instituto Nacional de Estudios de Teatro.
Revista de artes escénicas, de distribución gratuita, producida en Entre Ríos, Argentina.
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viernes, 29 de diciembre de 2023
jueves, 19 de octubre de 2023
Más lecturas para agendar
El Casacuberta
Los teatristas y docentes Daniela Osella y Pablo Vallejo del grupo La Rueda y del Centro de Documentación Teatral de Paraná, fungen como compiladores del libro Orígenes del teatro independiente paranaense. Teatro-Estudio Casacuberta (1948-1963), de reciente aparición. Junto a un valioso equipo de colaboradores, acaba de salir esta primera edición del Centro de Documentación, con los apoyos del Feicac y el Instituto Nacional del Teatro.
El libro fue presentado en
Concepción del Uruguay, también en la sala Casa Boulevard de la capital
provincial y en el Congreso Internacional de Teatro Comparado que se realizó en
septiembre en Buenos Aires, y ya empezó a circular por manos de artistas y
estudiosos de toda Argentina.
La edición está dedicada a los
orígenes del teatro independiente local, y en particular al grupo más relevante
del movimiento entrerriano en su primer momento, el Teatro-Estudio Casacuberta
(TEC). Un grupo que con la dirección y orientación de Héctor Santángelo, y
luego de su esposa Esmeralda Rolland, con las actuaciones de Juan Carlos
Magistrelli, Silvia Basualdo, Nathán Pinzón o Inés Durán, marcarían de un modo
definitorio las formas de hacer teatro moderno en Entre Ríos.
El material se ofrece en tres
partes, con un ameno diseño y algunas fuentes hasta ahora inéditas: metatextos
grupales, programas, notas, críticas y comentarios regionales, fotografías y
artículos recientes, como el dedicado a Mimí Santángelo, hija del matrimonio, publicado
en labutacaotra.blogspot.com, con motivo de su deceso.
El período de actuación grupal,
comprendido entre 1948 y1963, permite asomarse a aspectos de recepción, así
como de la producción y circulación de aquellas obras teatrales, muchas de las
cuales fueron relevantes por distintas características para
La primera parte del libro incluye a los “escritos” que el grupo produjo, forjados a fuego por sus opciones estéticas e ideologías, a los espacios simbólicos y reales que ocupó, y a sus procedimientos de creación dentro de una mirada original del teatro en las provincias.
La segunda, repasa la cronología de
sus estrenos, acompañada por soportes materiales ahora digitalizados
(programas, fotografías, bocetos de vestuarios, críticas o notas periodísticas).
Y la tercera parte son escritos sobre el TEC o algunos de sus integrantes.
En este caso, los compiladores
reunieron artículos, notas, entrevistas y hasta capítulos enteros destinados a
la labor del grupo: un corpus que se inicia con textos del siglo pasado, contemporáneos
del grupo, y que a medida que las páginas pasan, se resuelven en afirmaciones
teóricas actuales, aportes conceptuales, detalles y análisis de investigadores
entrerrianos.
En definitiva, la reunión de una
gran parte de esos textos que dan cuenta de un significativo fragmento de la memoria
teatral local, con una relectura que la pone en valor, con hallazgos y
recuerdos, y el derrame de este nuevo volumen sobre decenas de localidades y nombres
que colaboraron con la leyenda de origen, hacen de éste un material promisorio
del Centro de Documentación Teatral de Paraná.
Se trata de un libro que el grupo Casacuberta, el teatro independiente entrerriano y Paraná se merecían, y que por otra parte, no tiene muchos antecedentes similares en las provincias del país.
Libros accesibles
Jorge Dubatti es autor y colaborador de dos
publicaciones que aparecieron en plena pandemia, y comienzan ahora a ser
distribuidos, en formato papel, por todo el territorio merced al Inteatro y el
Ministerio de Cultura de
Uno de esos libros se titula Teatro
Nacional Cervantes, el primer siglo. Aquí, Dubatti hace nuevos aportes que pone al alcance de todxs y
reúne un impar material documental de archivos públicos y privados, muchos
inéditos, ahora a disposición de los amantes del único teatro federal y
nacional. Además de tener el mérito de concentrar testimonios,
espectadores, gestores, de distintos puntos del país que dan cuenta del valor
de conservar este teatro emblemático que siempre se actualiza y piensa en
términos de futuro, el libro tiene en su contratapa un código QR, con el libro
en formato de audio, lo que lo torna accesible para personas ciegas.
Ambos libros, aquí recomendados, son
de gran calidad y además de estar fuera de circulación comercial (se pueden
descargar en Inteatro, y en el caso del TNC, hay un formato audio), facilitan
tanto a principiantes, como profesionales de la escena e interesados en la
cultura argentina, de modo gratuito, asomarse a temas y espacios, artistas y
épocas. Ni más ni menos.
En https://inteatro.ar/editorial/estudios-de-teatro-argentino-europeo-y-comparado/ se puede descargar el e book.
lunes, 25 de septiembre de 2023
Por las pasiones y tropiezos de dos clown
M. B y G. M.
Podría decirse que Paula Righelato y Ezequiel Caridad, de la Compañía Teastral (Paraná), adoptaron hace ya tiempo, el lenguaje del clown, con la creación de dos personajes entrañables como Manso y Patota. A “Dos payasos intentando ponerse de acuerdo”, bajo dirección de Raúl Bruschini, le siguió Picnic en suite, que desarrollaron en pandemia, y luego Suite criolla.
Ahora, con "Vidayvuelta", así, todo junto, se cuenta toda la vida y más allá también, de
Manso y Patota, que también es el transcurrir de cualquier mortal. De ahí lo
conmovedor de este último trabajo en el que chicos y grandes pueden sentirse
identificados, reír o llorar. “Yo lloré”, confesó una nena al término de la
función en Casa Boulevard.
Con una banda sonora muy pregnante producida por Julián Dal Colletto, predominantemente musical, se llena vacíos, se completa escenas, se abren significados, se conduce a determinados climas o se recrean diversas acciones. A diferencia de anteriores obras, tal como señalan sus protagonistas, acá la palabra es mínima, es síntesis. Pues las acciones, más los gestos exagerados de todo clown, y sus torpezas, hacen el resto, cuentan una historia pequeña y universal.
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Vidayvuelta, un conmovedor recorrido por la fugacidad de unas vidas |
Este trabajo,
corolario de anteriores, parece emerger como la consumación de lo que expresa
Cristina Moreira, cuando define al clown. “Hay un inconformismo bastante
recurrente en la vida del artista tal vez debido al anhelo de encontrar siempre
una mejor resolución de su expresión, la búsqueda de mayor reconocimiento, etc.
(…)” y en esa búsqueda, los artistas comparten con el público sus hallazgos,
sus frustraciones, sus elecciones, sus dudas, en un “rito purificador o sanador”.
Jugar
El juego y
complicidad con los espectadores está presente como un guiño, con respeto y
ternura. Y la angustia propia de los actores y actrices, disfrazada en la escena
divertida y profunda a la vez, también se hace presente y es devuelta al
espectador, que se va de la función con un nudo en la garganta, emocionado.
Al rojo de
las narices de los personajes y sus coloridos trajes, se le oponen los tonos
pasteles de la escenografía y la sutileza de los objetos pintados en las telas,
como una rueda que rueda como la vida misma, un sol que alumbra y entibia, un
pájaro que ayuda a escapar, volar o sobrevolar lo cotidiano.
Según señaló
Righelato, la elección por el clown viene de cuando se constituyeron como Compañía
Teastral, allá por 2007 y desde entonces se fueron formando en esa línea, con
cuanto referente pudieron. Tomaron cursos y clases con Jorge Costa, Julia
Muzio, Walter Velázquez, Julieta Daga, Alberto Drago, Mauro González y Raúl
Bruschini. A este último maestro, fallecido hace poco, dedican especialmente las
funciones. De la mano de cada uno de ellos fueron pergeñando diferentes
espectáculos desde esta poética. “Es una forma de contar que nos permite
contactar con el público de una manera que consideramos tal vez más humana o
más sensible. Conectamos sí o sí a través de la mirada, un vaivén de acción y
reacción en el que nosotros proponemos y cada espectador nos devuelve lo suyo”,
confió la actriz.
En esta
ocasión en particular, se evidencia y distingue una producción y un equipo
importantes, detrás de cada detalle. A saber, “Vidayvuelta” es codirigida por
Leandro Bogado y Julieta Daga, el vestuario, escenografía y diseño estético es
mérito de Andrea y Silvina Fontelles a lo que sumaron la realización plástica
compartida con Clorinda Mateos. El dispositivo y mecanismos utilizados son de
Bogado, diseño lumínico de Oscar Lescano y producción de Mariela Bogado.
Se trata de
una propuesta para grandes y chicos, poética y madura, que podrá seguir viéndose
este último viernes de septiembre a las 21 en la sala de calle Ituzaingó 80 y también
los domingos de octubre en el mismo lugar.
sábado, 16 de septiembre de 2023
Teatro para reír y pensar cuestiones de género
Mónica Borgogno
Una nueva
edición del ciclo de teatro y género denominado Mujeres Barderas, del grupo de
Teatro del Bardo, se desarrolló del 8 de septiembre hasta este sábado 16 cuando por la noche, en la sala de Almafuerte 104, se vio la función de Matrioska
del grupo Imaginateatro, de Paysandú (Uruguay).
El ciclo
trajo en esta ocasión una serie de trabajos que con humor y talento, hicieron pensar a la
platea. Entre las piezas programadas estuvo el aplaudido y celebrado trabajo de
Mona Álvarez en La mujer Invisible de Las mandadas (Santa Fe), Lunática, una
producción de teatro de papel con la actriz Mayra de Paco, que siempre sorprende, de Kika Producciones (Río
Cuarto).
Asimismo, en el Teatro 3 de Febrero se hicieron funciones especiales para instituciones educativas, como las de El caballo y la Paz, y Pánfilos del grupo organizador.
En tanto
el viernes 15 se vieron dos obras breves de La Zancada teatro (Buenos Aires).
Una de ellas fue "Esto es una silla", protagonizada por Carolina Ayub. Con
gran despliegue actoral, la actriz divierte, hace participar al público y en su
monólogo, que gira en torno a una disparatada –o no tanto…- teoría conspirativa
de los objetos cotidianos, repasa y desliza con sorna una serie de premisas,
herencias y estereotipos que las mujeres cargan a sus espaldas.
Con una
delicada escenografía, mérito de Nabila Hosain, la actriz juega en torno a una
mesa con tres sillas, un juego de té, una frutera y un par de muñecas en
particular, una muy pequeña, a la que suma unas curiosas e increíbles Barbie que le vienen
bien para demostrar su idea a la que abona otras tantas más.
El trabajo siguiente fue interpretado por Aldana Pellicani. En este caso, la actriz hizo uso del espacio vacío, totalmente despojado, con tal versatilidad y gracia que disparó las carcajadas de los presentes.
En su afán de dar consejos a las mujeres para que éstas se den cuenta cuándo están frente al hombre de sus vidas, el monólogo fue in crescendo en profundidad y cuestionamientos varios, echando mano siempre al humor. Recreando diferentes escenas, Pellicani arrancó trayendo a colación las etapas de enamoramiento y seducción, pasó por la convivencia y maltratos cotidianos, los típicos malentendidos entre varones y mujeres, hasta llegar a la maternidad que con la cultura del patriarcado aún vigente, genera cansancio y agobio.
En ambas
obras, la maternidad apareció semblanteada en su complejidad y contrariedades, también como
algo que puede ser no deseado, aristas que resultan cruciales para no
romantizar el ser madres y en todo caso, considerarlo y contemplarlo desde otra perspectiva.
En fin, la invitación a disfrutar del teatro y tras la función, seguir hablando de lo visto y reflexionar sobre los cada vez más necesarios modos de vivir en una mayor paridad de género, prosiguió. El sábado a las 21 en la sala de Teatro del Bardo, se programó Matrioska del grupo Imaginateatro que llega desde Paysandú, Uruguay y las actividades culminaron con un taller sobre iluminación teatral del mismo grupo del país vecino.
viernes, 11 de agosto de 2023
Publicaciones Recibidas 2023
Stefan Zueig por Pola Iriarte
Uno de los escritores europeos más
reconocidos de la primera mitad del siglo XX, acaba de ser editado en Buenos
Aires, en una cuidada publicación, traducida por Pola
Iriarte (
Los textos de El misterio... fueron escritos entre 1902 y 1939 según una nota de
la traductora chilena, e incluyen perfiles y despedidas (discursos fúnebres),
que Zweig dedicó a grandes creadores, como Mozart, Poe, y a figuras como
Balzac, Dickens, Byron, Proust, Toscanini, Tolstoi, Roth, Rolland (1926),
Rilke, Freud y Mahler, entre muchas otras.
“Zweig utiliza (...) un lenguaje
que sin ser rebuscado, (...) es bastante sofisticado y, más de un siglo de
historia mediante, en muchos casos en desuso, por lo menos a nivel del habla
cotidiana”, asegura Iriarte, y no le falta razón, al hacer presente en su
trabajo “una suave pátina que, sin forzar el castellano actual, permitiera
remitir al tiempo en que fueron escritos los textos”.
Un libro hermoso que se va
justificando con el correr de las páginas y deja asomarse a la personalidad y
el genio de Zweig y otros artistas de pasados siglos.
El valor de Inteatro
Dramaturgia bonaerense de postdictadura. 30 años. Una antología crítica, de Julia Lavatelli (coordinadora) y La comunidad desconocida. Dramaturgia Argentina y Exilio Político (1974- 1983), de Andrés Gallina, son dos de los numerosos títulos que la editorial del Instituto Nacional del Teatro comenzó a distribuir gratuitamente en soporte papel, presentándolos en eventos durante los últimos meses.
Son dos de muchos libros que,
retrasados por la pandemia, se acumularon en uno de los
brazos más importantes de las políticas del organismo nacional, y cuya excelencia se
destaca por sobre otros.
Estos trabajos y proyectos de las
distintas colecciones que tiene Inteatro – en estos casos El país teatral e
Historia-, ofrecen a la comunidad toda, estudios, creaciones y antologías de
piezas que se ganaron lugares en la memoria grande del teatro argentino.
El primero de estos recibe en la
contratapa, a modo de elogio, la definición de un volumen "esperado", de parte de Jorge Dubatti. Con introducción de la
artista-investigadora Lavatelli, se “trazan historias y posibles caminos, que se
multiplican en la polifonía de lecturas críticas de Patricia Davesa, Mariana
Gardey, Gabriel Fernández Chapo y Andrés Carrera”, entre otros estudiosos, que
dedican análisis a diez obras seleccionadas de Diablomundo, Luis Sáez, Roxana
Aramburú, Guillermo Yanícola, Ariel Farace, Omar Aita, Beatriz Catani y Marcelo
Marán, entre otros dramaturgos.
Un libro que como explica la coordinadora,
“aspira a aportar una referencia para la construcción de una cartografía
inaudita, jamás realizable”, es una respuesta a esa inmensidad que parece
identificar a la provincia (el territorio de planicie fértil más extensa del
mundo), que tantas veces lleva a la inacción y a la inmovilidad. Por el
contrario, la empresa que acomete la introductora y el equipo de
investigadores, valiosamente permite “compensar mínimamente tantos años de
centralismo cultural en nuestro país y visibilizar el creciente desarrollo de
dramaturgias propias”.
En el caso del libro de Gallina, adelanta el mismo Dubatti, se trata de "una investigación excepcional, que recupera documentos y concierta una polifonía de entrevistados” como Susana Torres Molina, César Brie, Cheté Cavagliato, Roma Mahieu y Diana Raznovich, entre muchos otros. Este es “un gesto político que desarticula silencios y omisiones, propicia el recuerdo, nombra lo no-escrito, amplía para la histografía teatral argentina un territorio casi vacante, abre nuevos horizontes de indagación” con una “escritura cuya sensibilidad y precisión dejan ver la mano” de un destacado artista-investigador.
Por demás de meritoria entonces, la
labor de Andrés Gallina, como gestor teatral, dramaturgo y teórico, como afirma
en el prólogo Silvina Jensen, y meritorio también, que Inteatro lo sume a su catálogo,
así esta vacante historiográfica se vuelve más conocida.
miércoles, 2 de agosto de 2023
Rafaela teatral, una madurez para festejar
Balance del FTR 2023
Guillermo Meresman y Mónica Borgogno
Cuando uno cumple 18 lo celebra.
Así podría decirse que se vivió esta 18ª edición del Festival de Teatro de
Rafaela, como una gran fiesta. Detrás de este festival -o feliztival palabra que se inventó en una edición pasada-, hay un
equipo que piensa y sostiene con ganas la potencia del teatro, la vidriera de
las artes escénicas que esta vez llegó de
El Festival es de Teatro, o más
ajustadamente, de las artes escénicas, y es lo suficientemente importante en el
país, como para que alrededor de quinientas compañías o grupos, según
confirmaron sus organizadores, postulen y quieran estar allí, cada año en que se
abre la convocatoria.
Pero ocurre que las plazas para
formar parte de la programación, son 33 – tal las contabilizadas en este año-,
con lo cual, los artistas tienen que mandar una y otra vez sus carpetas para,
en función del diseño de cada edición, ver si tienen una posibilidad.
Por contrapartida, las plazas de la
ciudad se repletan de gurisada, colores y voces.
Los treinta y tres trabajos programados
este 2023, con la curaduría de Gustavo Mondino, director artístico del
Festival, y su equipo, aportaron gran diversidad de estéticas y géneros, atendieron
a una amplitud de gustos, estructuras y procedimientos, para que el festejo sea
de todos.
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El desfile de apertura, protagonizado por artistas locales |
Los temas, sin embargo, como en la gran historia del teatro (y de la humanidad), tienen edición tras edición, alguna continuidad: el amor y el erotismo, la muerte o la finitud de la vida, las pasiones, el sinsentido, los lenguajes, las identidades, las denuncias, los vicios, las alegrías humanas... Todo un repertorio de clásicos y contemporáneos, pertenecientes a la gran cultura terrestre, a la comunidad, y sedimentado por milenios...
El arte teatral, los espectáculos,
los riesgos, se dan cita cada temporada de receso escolar, en el invierno de
Santa Fe, en uno de los pocos eventos populares, de tamaña magnitud, que van
quedando en el plano cultural y en la región centro de Argentina.
El futuro se hace, rezaba el slogan
de la actual gestión municipal, principal organizadora de este evento, y que
podía leerse en una de las puertas del Complejo Cultural del Viejo Mercado,
allí donde se llevaron adelante dos actividades especiales: las tradicionales
Rondas de Devoluciones y la entrega gratuita de ejemplares como ensayos, obras
de teatro premiadas, volúmenes referidos a la iluminación teatral o el teatro
de objetos, por citar algunos, editados por Inteatro.
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Secretos y manifestaciones, laboratorio dirigido por Juan Parodi |
Los que la rompieron
No hay banda, de Martín Flores Cárdenas, fue uno de los montajes que más impactó este año en Rafaela. Como nos ha pasado con otras puestas, en pasadas ediciones del festival, este unipersonal del autor, director y actor, tocó las fibras más emotivas de una platea que prácticamente dejó de respirar por una hora. La liminalidad entre existencia y representación fue abordada a través de la historia de Flores Cárdenas y su abuelo, en una de esas obras destinadas a ser recordadas por mucho tiempo.
No hay banda. Gentileza FTR |
Es que sus temas no son solo los atinentes
al de un profesional de la escena y la necesidad de mostrar y experimentar, sino
que giran en torno al tiempo, al ser, a la ausencia, la creación, los legados.
Merece destacarse el aporte en materia de iluminación que hace aquí Matías
Sendón, al igual que en la obra Lorca, el
teatro bajo la arena, gestando provocadores climas.
Otra de las obras que expuso un proceso
novedoso e ideas originales fue la creación colectiva De la mejor manera, de Jorge Eiro, Federico Liss y David Rubinstein.
En un espacio no convencional como
El trabajo de Eiro, a partir de unas primeras improvisaciones, se entretejió con intertextos de la literatura argentina y llegó a buen puerto. En la atención y costura de todos esos materiales, resignificó contenidos y emocionó.
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La Celestina, tragicomedia de Lita. Fotografía de M.B. |
Entre los clásicos presentes esta vez estuvieron Lorca, el teatro bajo la arena, en la gran sala del Lasserre, y Gaviota, inspirada en la famosa pieza de Chéjov, en La Máscara.
Una escena de Lorca... que se vio en el Lasserre |
En tanto la libérrima versión del
talentoso Guillermo Cacacce sobre
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Los santos. |
Un altar al ingreso de la sala ya
daba pistas de algo de lo porvenir: un deleite de ingenio y talentos que ya
fueron disfrutados en Italia, España y varias plazas del país. En
Los cielos
de la diabla fue otra de las piezas en las que los roles de dirección,
actuación y dramaturgia fueron asumidos por una misma artista, Vilma
Echeverría. La obra tuvo dos funciones en
Vilma Echeverría en Los cielos de la diabla. (FTR) |
Se trata de un espectáculo conmovedor, inspirado en la pérdida de un padre adorador del Club Independiente de Avellaneda. El magnetismo que la actriz insufla al personaje, la lleva a transitar historias duras, de desposeídos y violentados, en un paisaje de luminosidad y desasosiego a la vez.
Conurbano, cotidiano, de Santiago Gobernori, es una comedia fresca, una historia simple, según definieron sus actores, en la que encontraron lucimiento Victoria Baldomir, Nicolás Giménez y Sabrina Zelaschi. Tanto en Rafaela como en Ataliva, una de las subsedes en la que se la vio, fue festejada por el público que pudo sentirse identificado con esas realidades del interior del interior, en donde los más jóvenes tienen pocas oportunidades y sueñan con viajar a la capital.
La sapo, de
Ignacio Tamagno, es un drama interpretado por Eva Bianco y Carolina Saade, en
el que el mágico y artesanal trabajo esceno-técnico de Maxi Bini y Estefanía De
Gennaro, le suma más poesía y una dimensión insólita y onírica a la puesta. La
novedosa iluminación creó con las actrices cordobesas, un sinnúmero de
atmósferas y bellas escenas, que la prensa congregada y el público en general
agradeció.
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Antivisita. |
Antivisita.
Formas de entrar y salir de
Otras obras que no pasaron
desapercibidas fueron los dramas Limítrofe.
La pastora del sol, de Bosco Cayo y dirección de Florencia Bendersky, Aire de montaña, de Pilar Ruiz y Shamrock, una comedia en verso, con
buenas actuaciones y dirección de Nano Zyssholtz (CABA) que puede verse en
Beckett Teatro.
Todo público
Los más chicos tuvieron, como todos
los años, buenas propuestas y distintas, en diferentes espacios de
Acrobacias, malabares y más, en Casibache (
Las obras locales y los Laboratorios
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Algo que contar. |
Los Laboratorios de creación
fueron, como el año pasado, espacios de aprendizaje y creatividad muy
concurridos por teatristas y estudiantes de teatro locales. Estas instancias de
formación o perfeccionamiento, concluyeron en disímiles búsquedas estéticas, de
las manos de Juan Parodi, Luciano Del Prato, Agostina Luz López y Ana Gurbanov.
Además hubo talleres, encuentros en nuevas salas (Biblioteca Sarmiento, Escuela
de Música Remo Pignoni, entre otros) e intercambios, tan valiosos en estos
tiempos de virtualidad.
Cerca de un treinta por ciento de
la programación, comprometió producciones rafaelinas, un hito regional que
habla del sentido o uno de ellos, del FTR. En este apartado pues, no podemos
dejar de mencionar sucintamente cuatro obras muy distintas, que provocaron,
denunciaron y sacudieron a sus respectivas plateas.
El
último..., de Marcelo Allasino, ahondó en las problemáticas de los
vínculos, las violencias y el homoerotismo, con valentía y buenas
interpretaciones de Marcelo Gieco y Agustín Keller; Imaginación..., representó un buen debut de Mayra Armando y Luisina
Valenti como realizadoras; Lingua ignota,
regaló con la danza y el talento de Liza Taylor, un movimiento en equipo
integrado por Mateo de Urquiza, Vanesa Del Barco, Federico Shmidt y Cintia
Hernández, de factura acaso algo polémica y Decir
sí, de Gambaro, con dirección de Paula Boero y memorables actuaciones de Danilo
Monge y Mariano Patania, llevó a la sala chica de
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Lingua ignota. |
En resumen, un festival de prestigio que se ha ganado un lugar en el calendario de las artes escénicas nacionales. La apertura de DeSastres, de Cirulaxia (Córdoba), fue abrir una semana a los aprendizajes, a las emociones y a los encuentros que propicia este feliztival siempre.
sábado, 29 de abril de 2023
Publicaciones recibidas
El regreso del hombre murciélago
Querido joven maravillas, de Osvaldo Bossi, publicado a fines del año pasado por Mágicas naranjas, es una pequeña y enorme edición del sello de Lanús, cuya luminosa contratapa corresponde a otro gran poeta cercano a la editorial creada por Hilda Fernández y Gustavo Gottfried, Patricio Foglia. Es éste quien glosa las sentidas palabras Baticueva, Batiseñal y Batiadagias, para acercarnos al autor de Fiel a una sombra (2001), Los poemas de amor que el Coyote le escribió al Correcaminos (2018) y Cuando yo era poeta (2022) entre otros memorables títulos.
Como afirma Foglia, sabiduría y misterio son en parte restituidos por la nueva aparición en prosa de Batman/ Bossi en 120 páginas, algunas de ellas ilustradas con viejas estampas, en blanco y negro, de la famosa batipareja. El poeta, por su parte, se aplica a textos en prosa que nunca traicionan su voz ni su didáctica, y que de algún modo repasan su vida y sus vínculos, su humor y gustos literarios, la soledad y las compañías en lecturas siempre nutrientes. Con oficio y empeño de años puestos en la poesía, Osvaldo Bossi insiste convencido en mentir para decir una verdad porque sino, no se es poeta, tal como afirma en una de sus batiadagias.“Los poemas se escriben con el corazón. Escuchaste bien, Robin. Los
grandes poemas (que casi siempre son pequeñitos) se escriben con el corazón”,
dice en otra de esas premisas de tono simple y sin embargo tan profundo.
Todo el libro, desde sus primeras páginas, destila amor, de Bossi hacia
Beatriz Guido -quien convirtió al autor en poeta, asegura-, hacia la literatura
y hacia esa máscara de orejas puntiagudas tras la que el escritor se escuda, de
puro tímido y sensible que es.
No es una poesía cualquiera la de Bossi. Y este libro, tampoco. Sus
textos en prosa aquí, son clases de poesía en la que nos enseña a pararnos en
el mundo de las palabras, a reflexionar sobre las formas, la crítica y la
pedantería, los autores fundamentales, los tormentos de cada quien y las épocas
crueles, la necesidad de escribir para vivir.
En fin, salgan a buscarlo, que es un libro con el que se disfruta y se
aprende en iguales dosis.
Clown del litoral
Escribimos el año pasado: “El grupo teatral La rueda, viene hace unos años produciendo una rica y diversificada experiencia interprovincial. Animado especialmente por Daniela Osella y Pablo Vallejo, (...) ha realizado distintos aportes y participaciones al campo cultural regional.Entre ellos figuran los Dossier Orillas Teatrales, que en su primer número está dedicado a ‘Experiencias pedagógicas en la formación actoral’, y el segundo a ‘El teatro callejero en el Litoral’”.
Presentada recientemente en el Festival de teatro callejero Corriendo
la coneja, la nueva publicación del grupo La rueda con apoyo del INT,
constituye una grata continuación de los buenos trabajos editoriales que
circulan actualmente por la región Centro-Litoral. Experiencias payasas a la vista. Orillas teatrales 3, Santa Fe/ Paraná, recopila una serie de
propuestas, festivales, ciclos, actividades y teorías en torno al universo del
clown, surgidos a ambos lados del río que limita y vincula las dos capitales
provinciales.
En este dossier hay textos de Pablo Vallejo, Daniela Osella, María
Cecilia Segovia, “Chechu” Piccioni, Vanina Monasterolo, Rocío Fernández Doval y
principalmente, el texto dramático Icaria,
de Paula Righelato y Nadia Grandón estrenado en 2016, ganador tres años más
tarde de la selección provincial de teatro y representado decenas de veces por
toda la provincia.
Como en los casos de Las
aventuras del gaucho Calandria, adaptación del clásico de Leguizamón de
Juan Carlos Izaguirre, de El principibito,
del grupo
Nos volvimos a ilusionar, Orsai
La última edición de esta revista binacional, comandada por Hernán Casciari,
tuvo una explosión mediática a comienzos de este 2023, en paralelo a la
obtención de
Los vario pinto proyectos de Casciari se retroalimentan en un trabajo
que ya hace unos años elogiamos sobradamente en este espacio. En esta edición
de Orsai, la gran novedad está dada
por la posibilidad de acceder, a través de un código QR a los relatos
publicados pero en versión sonoro, en voz de diferentes invitados.
A eso se suma la calidad de las plumas incorporadas, una combinación de
voces nuevas y jóvenes y de autores más reconocidos de las letras, más una diversidad
de ilustraciones que complementan y hacen lucir todavía más, cada texto.
Un respiro divertido y necesario, lo constituyen esos diálogos
mordaces, de competencias y rivalidades entre el director de la revista y su
editor, amigo y secuaz, Christian Basilisy Chiri,
que en el espacio de una página dicen algo acerca de las narraciones que le
anteceden, discuten sobre el origen del descubrimientos de sus talentosos
escritores y escritoras, plantean sus pareceres y sentires tras lo leído. Y
así, mientras coquetean con reflexiones en torno a su propio envejecer con
mucho humor negro, van arrimando una suerte de transición para los relatos
siguientes.
Al pie de cada una de las páginas, por si no fuera suficiente todo el
contenido de alto vuelo, deslumbrantes, que presentan, como los textos de Paloma
Fabrykant, Daniel Mella –honrando a Mario Levrero-, Mayra Arenas o Daniel
Divinsky, por citar algunos, se leen graciosas frases con las que varios podemos
encontrarnos, identificarnos y reírnos.
Este número 8 de la revista es una obra de arte para la colección. Tanto los textos como las imágenes que trae este número en particular, tientan a volver a abrirla a cada rato, volver a leerla, citar sus aforismos o simplemente compartirla porque la disímil paleta de emergentes y reconocidos artistas, dice, cuenta, recrea, inventa con buen gusto, inteligencia, osadía y un ojo crítico y filoso que se agradece.
En fin, no seremos Messi pero creemos que nuestros elogios, tendrán
algún pequeño rebote, se merecerán un lugarcito en este universo…
martes, 14 de marzo de 2023
Una lectura de “La noche ha caído”
La noche ha caído es una obra basada en textos de
Pauline Sales y Coral Aguirre, con dirección y dramaturgia de Gabriel Cosoy.
La obra, protagonizada por Raquel Freijo, Sabina Piccini y Graciela Strappa, sobresale en la escena local por la dirección de estas actrices que aquí se destacan y lucen por igual.
Los gestos
que parecen desencajar del rostro de Strappa, sus miradas punzantes e
intimidantes, la fuerza de un cuerpo que la hace madre o policía, también
incomodan tanto como lo que dice.
Junto con
Freijo y Piccini componen unas madres que se permiten –o no- los descuidos,
abandonos, olvidos, de un hijo o hija. Como en coro, sus historias se repiten,
insisten, redundan, atosigan, como lo suelen hacer las madres. “Comé otro
poquito, dale comé. Llevá abrigo, dale”.
Si la
maternidad es la redundancia, la repetición, la insistencia, aquí aparece eso
que hay que pronunciar, escuchar y gritar, para subvertirlo y hasta digerirlo.
Distanciarse
del hijo como un acto de salud, dejarlo pero no tanto, en Groenlandia -que
suena como Disney aunque más lejos- y observarlo, probar cómo sería o hacerlo
definitivamente, hacerse la pregunta o ensayar la posibilidad del acto.
Hay que
decir que es un trabajo de composición espacial y de personajes muy prolijo y a
la vez despojado, que pone el acento más en lo que se dice que en lo que se
representa, acaso porque los dardos apunten a los discursos sociales más
pacatos y a la vez, más profundamente establecidos, que son los que más
esclavitud y dolor provocan.
Un mismo
agotamiento atraviesa a las tres mujeres, de tres generaciones diferentes. Es
un cansancio tal que actúan para no ser madres por un rato, para reconciliarse
con ellas mismas, desear otra cosa que cuidar a alguien.
Mientras, una
espectadora agobiada, a sabiendas del tema de la obra, antes de entrar a la sala
se pregunta “cuándo termina esto de ser madre” y otra le responde con unas
lecturas recientes, ser madre es un trabajo esclavo, para toda la vida.
Con las
angustias de la diaria dejadas a un costado, los espectadores pueden aflojar
tensiones y reír, pero solo por momentos. La obra no pretende divertir como
hacer pensar la época, los roles, las competencias, las diferentes maneras de
amar.
El espacio
reducido de la sala más pequeña de Casa Boulevard, elegido para esta puesta, espesa
y tensa cierto clima de densidad y condensa la o las historias.
Esta
propuesta tiene la presencia constante de un muro de imágenes en movimiento que
acerca estampas más abstractas, las calles de una ciudad, el ingreso de unos niños
a la escuela desde el ojo que podría ser el de cualquier padre o madre. Este
aporte audiovisual proviene de Gustavo Hennekens y Victoria Puigcernau. En
ocasiones distrae la atención del relato y suma metáfora, complejiza, completa
y remata escenas.
La noche ha caído cuenta además con diseño de luces de
Beto Lescano, diseño de vestuario de Dani Rudel, fotografía de Ivo Betty,
diseño gráfico de Julián Villarraza, realización de utilería de Lau Claus,
comunicación a cargo de Aldana Badano y asistencia de dirección de Ángela
Martínez.
viernes, 16 de septiembre de 2022
Nuevas publicaciones recibidas
Reseñas
Un artista indispensable
“El teatro debe ser la piedra que rompe el espejo. Primero, hasta romper el espejo, el teatro es la piedra, luego de que lo rompe el teatro vuelve a ser el espejo, la piedra sigue su viaje en dirección al centro del misterio a donde van las fuerzas ciegas, el teatro queda en la superficie rota dando cuenta de los restos de una plenitud refleja y a la vez revelando lo que la sostenía como la naturaleza que estaba oculta, paralizada, tras la lápida reflejo”, repite en la contratapa de este valioso libro, su autor, el reconocido Pompeyo Audivert, como un mantra o una bendición. Es una transportación, en efecto, para los amantes del teatro, poder encontrarse en tiempos pospandémicos con un trabajo tan decantado y profundo del fundador del Teatro El Cuervo de Buenos Aires.
Con exactos y minuciosos prólogos de Nara Mansur – gran responsable de un titánico trabajo de Audivert, y suyo propio, y del trabajo de edición con Editorial Libretto- y Natalia Torrado, este poético y reflexivo Piedrazo en el espejo. Teatro de la fuerza ausente recoge la tarea de más de 30 años del descollante actor y sus máquinas, permitiendo asomarse a su práctica y teorías teatrales más renovadoras.
Audivert, como se sabe, es uno de
los más grandes actores argentinos contemporáneos, así que siempre su nombre
congrega una trayectoria central para las artes escénicas del país. Más aún cuando
se trata de transmitir deseos, pulsiones y fantasías que generan los artistas
más encumbrados, en el gran público.
Pompeyo, es de esos, pero es
discreto y ahora, en el cenáculo de su carrera, se abre a un oficio milagroso y
lo comparte, con esta publicación aparecida en 2019 pero devenida pandémica,
que cuenta con apoyo del INT.
El libro está organizado en siete
partes sustanciales: Fundamentos estéticos/ Procedimientos formales/ Tratamiento
del tema/ Concepción y función de la palabra/ Archivo de imágenes/ Reflexiones
sobre el trabajo y Edipo en Ezeiza,
el texto dramático del teatrista, estrenado años atrás en el ex Centro
Clandestino de Detención de
Teatros pandémicos y postpandémicos
Un cuarto de siglo de existencia hace de la publicación Funámbulos un emprendimiento excepcional en el teatro argentino. Este número 56, aparecido el último otoño, fue dedicado a las cicatrices y oportunidades que dejó la emergencia de salud global, entre 2020 y 2021.
La revista dirigida ahora solo por
Federico Irazábal, incluye interesantes notas de Mónica Berman, Maximiliano de