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viernes, 30 de mayo de 2025

Un fin de semana de micromonólogos, para celebrar la intensidad teatral

Esta edición del Festival UAIFAI de Micromonólogos se realiza en 13 localidades de 6 provincias argentinas. Este viernes 30 comienza la programación de Paraná que se extenderá hasta el domingo 1 de junio. Las funciones tendrán lugar a partir de las 20.30 en la Sala Mayo. 

Con una programación intensa, diversa y sobre todo contemporánea, el Festival UAIFAI desembarca en la capital entrerriana, bajo la coordinación local del artista y gestor Dimas Santillán. Durante tres noches, la Sala Mayo de la Costanera será el escenario de 12 micromonólogos que proponen un recorrido por nuevas poéticas escénicas atravesadas por las urgencias políticas, afectivas y sociales de este presente.

Imagen de iNadies.
Según destacan los organizadores, la edición 2025 del festival “despliega una propuesta federal y multidisciplinaria”. Esta vez, “Paraná se suma a otras doce localidades del país como parte de esta celebración de la brevedad y la intensidad escénica, con funciones que interpelan lo íntimo, lo colectivo, lo político y lo sensible”, señalan.

Cabe recordar que el microteatro es un formato nuevo, caracterizado por la brevedad de sus piezas. Por ello en una jornada de esta programación, cada espectador podrá disfrutar de 3 y 4 obras de 15 minutos aproximadamente. 
  Aquí compartimos detalles de la programación:

Viernes 30 – 20:30. Sala Mayo

Pi, pi, pi -Texto: Carolina Luaces / Actuación: Catalina Bogado / Dirección: Azul Balmas

Hoy 2.0 – Texto: Pablo Dibernardi / Actuación: Joaquín Gallo / Dirección: Facu Manfredi

El teatro en tu cabeza – Texto: Josefina Bértoli / Actuación: Sofi Pasto / Dirección: Francisco Gámes

iNADIES Texto: Yasú Peltzer / Actuación: Maru García / Dirección: Nicolás Espíndola y Lucilo Ríos

Sábado 31 de mayo – 20:30, Sala Mayo

Bentonita – Texto: Vanina Piccoli / Actuación: Noe Godoy / Dirección: Francisco Gámes

Trigo verde – Texto: Alejandra Irene Hocher / Actuación: Felipe Sato / Dirección: Sofi Pasto y Dimas Santillán

Cabeza dura – Texto: Verónica Martínez Campión / Actuación: Irina Troncaro / Dirección: Berenice Ré

Los únicos finales felices son los que terminan mal – Texto: Gabriel Baigorria / Actuación: Ana Marina / Dirección: Sofi Pasto

Escena de Caballo duro.

Domingo 1 de junio – 20:00, Sala Mayo

Enfermx públicx – Texto: Dimas Santillán / Actuación: Lucilo Ríos / Dirección: Dimas Santillán

Prácticas hospitalarias – Texto: Sabrina Marinozzi / Actuación: Sabrina Lute / Dirección: Azul Balmas

Caballo duro – Texto: Gabriel Baigorria / Actuación: Margarita Chaves / Dirección: Lucilo Ríos

 La entrada general se fijó en $ 10.000 / Anticipadas $ 7.000. Los interesados pueden contactarse por WhatsApp al +5493434761112

miércoles, 30 de abril de 2025

Reconocimientos compartidos

El director de La Otra Butaca 

recibirá un premio por su trayectoria

 

Del 5 al 10 de mayo próximo se llevarán adelante las XVI Jornadas Nacionales y XI Jornadas Internacionales de Investigación Teatral y Crítica Teatral, en modo virtual (grabado) y presencial –en CABA-, organizadas por la AINCRIT.

Vale aclarar que la Asociación Argentina de Investigación y Crítica Teatral –AINCRIT- es una agrupación destinada a fomentar el desarrollo de la investigación y la crítica teatral en Argentina. 

Este año el encuentro se realizará en memoria del antropólogo e investigador fundador de la Asociación, y expresidente de AINCRIT, Carlos Fos (1961-2024), y también se conmemorará a Juana Manso a 150 años de su fallecimiento y a Eduardo Tato Pavlovky, a 10 años de su fallecimiento.

Habrá mesas de debate sobre temáticas de lo más variadas como historiografías, historias orales, centros de documentación, géneros y feminismos, crítica, poéticas comparadas, dramaturgias, formas de producción, performances, artes del movimiento, luminotecnia, títeres, entre otros. 

Trayectoria

Cada año, en el marco de las Jornadas organizadas por AINCRIT, su Comisión Directiva  reconoce la trayectoria de aquellas personalidades y colectivos del campo teatral que han aportado su arte, sus saberes y su trabajo y, con ello, ofrecen la oportunidad de seguir pensando y disfrutando del teatro.

Para esta próxima edición se acordó otorgar el Premio Trayectoria en Investigación Teatral al residente en Oro Verde Guillermo Meresman, siendo reconocida con la misma distinción la investigadora Marcela Beatriz Sosa (Salta) y el crítico y periodista cultural mendocino Fausto Alfonso.

Los tres premiados de este 2025, participarán con exposiciones en el transcurso de las próximas Jornadas de Investigación y Crítica Teatral, en modo virtual (grabado) y presencial, en Buenos Aires.

Director de la revista digital La Otra Butaca –www.labutacaotra.blogspot.com- y ex docente de la Facultad de Humanidades, Artes y Ciencias Sociales, Universidad Autónoma de Entre Ríos, Meresman desarrolló un extenso tránsito como investigador redactor del proyecto dirigido por Osvaldo Pellettieri de la Historia del teatro argentino en las provincias (Galerna, 2005 y 2007).

Como becario del Ministerio de Cultura de la Nación, profundizó entonces estudios sobre el teatro entrerriano del siglo XIX y el trabajo pionero encarado por Jacobo de Diego.

Editó la Primera Antología del Teatro Entrerriano (2007, con apoyo del INT/Uader y prólogo de Jorge Dubatti) y reunió numerosos artículos y ensayos en Escritos sobre teatro entrerriano (Eder, 2020) y en ¿Permanecer o irse? Algunos territorios e identidades en el teatro del litoral (Azogue Libros, 2024, con apoyo del ConTier), de reciente aparición.

En la editorial de Paraná con apoyos del INT publicó además Entre ríos y teatros. Estudios sobre artes escénicas, historia y teoría teatral de una provincia del litoral argentino (2020, con prólogo de Aldo Pricco) y editó las Obras dramáticas reunidas de Isidoro Rossi (Estudio preliminar y compilación, 2024, con presentación de Laura Mogliani).

Aportes

Colaborador de distintas publicaciones periodísticas y académicas, con textos sobre creadores locales y regionales, como artista investigador teatral llevó adelante acciones en museos, exposiciones en numerosos congresos, jornadas, festivales y coloquios nacionales e internacionales de teatro.

También realizó una intensa formación y participación en grupos e institutos de la Universidad de Buenos Aires, con la Asociación Argentina de Teatro Comparado y en la AINCRIT.

Este reconocimiento al director de La Otra Butaca, en el rol de difusor de la actividad teatral de la provincia, lo suman al listado de personalidades de todo el país, que recibieron la prestigiosa distinción de AINCRIT en años anteriores:

2024/ Verónica Pérez Luna (Tucumán); 2023/ Adriana Musitano (Córdoba) y Jorge Dubatti (Buenos Aires); 2022/ Ester Trozzo (Mendoza), Clide Tello (Rosario), Nelly Tamer (Santiago del Estero); 2021/ Beatriz Lábatte (Tucumán) y Marcelo Jaureguiberry  (Tandil, Provincia de Buenos Aires);  2019/ Mabel Brizuela (Córdoba) y Rómulo Pianacci (Mar del Plata); 2018/ Olga Cosentino (CABA) y Nicolás Fabiani (Mar del Plata); 2017/ Nidia Burgos (Bahía Blanca, Provincia de Buenos Aires) y Margarita Garrido (Neuquén); 2016/ María Elsa Chapato (Mendoza) y Rubens Correa (CABA); 2015/ Aldo Pricco (Rosario) y José Luis Valenzuela (Salta); 2014/ Perla Zayas de Lima (CABA), Mario Gallina (Miramar, Provincia de Buenos Aires), Alejandro Finzi (Neuquén) y el grupo DocumentA/Escénicas (Córdoba);  2013/ Juan A. Tríbulo (Tucumán); 2012/ Graciela González de Díaz Araujo (Mendoza); 2011/ Cora Roca (Buenos Aires) y Alberto Minero (Córdoba); 2010/ Osvaldo Pellettieri (Buenos Aires).

martes, 1 de abril de 2025

Lecturas de otoño

 

Publicaciones recibidas

 El oráculo por el culo

Fruto de la conspiración del músico y escritor Leo Maslíah con el ilustrador Sanopi (Ricardo Pisano, 1963) Criatura editora acaba de publicar, con el esmerado empeño de siempre, un nuevo volumen que recoge buena parte de la colaboración de los artistas en el semanario montevideano Brecha, y más también. La columna Humor o no, que durante nueve años hizo las delicias de los lectores uruguayos, “para que ustedes se regocijen, reflexionen o discrepen con El oráculo”.

Juegos de palabras, asociaciones libres y automatismos varios, a veces reconocidos, pero que ante la mirada graciosa y penetrante del autor, no pocas veces se desenvuelve en carcajadas, extrañamientos e iluminaciones poéticas.

Textos, dibujos y diseño se reúnen en este conjunto de personajes y situaciones disparatadas aparecidas hace apenas pocos meses, propias del original mundo de Maslíah, que como anticipa la contratapa, lleva más de cuarenta títulos publicados contra el paradigma de la linealidad, el decoro y la solemnidad, y cincuenta años con la música y el absurdo.

Un acontecimiento editorial de uno de los creadores de mayor relevancia en el Río de la Plata de este siglo, que seguramente los lectores podrán hallar en ferias y librerías también de estas tierras, y que los fans de Leo Maslíah agradecerán emocionados.

 

 Los dramas de la Argentina

La Argentina como drama. El teatro de Mauricio Kartún en perspectiva, de la marplatense Milena Bracciale, publicado por la Editorial de la Universidad de Mar del Plata, es una necesaria aparición que recorre la obra del autor de El partener, a fin de comprender el proceso que lo llevó a definir el tipo de teatro político que produce en la actualidad.

El libro, de trescientas páginas –librazo, habría que decir-, obtuvo recientemente el prestigioso Premio Nacional de Investigaciones en Artes del Espectáculo, creado por el Instituto de Artes del Espectáculo (UBA) que dirige Jorge Dubatti, compartido con el volumen que dio a conocer recientemente Gabriel Chamé Buendía. La Argentina como drama contiene el texto que fuera tesis de la actriz y doctora Bracciale, más un breve y lúcido prólogo de Mónica Bueno en el que se asegura que “la singularidad del libro reside en construir una totalidad (totalidad no clausurada: Kartun sigue escribiendo y dirigiendo) sobre la magna ópera del dramaturgo”.

En efecto, la autora recorre la obra del creador con sumo detenimiento, experiencia por experiencia, y en esa lectura emocionada y recuerdo vivo, revisa la historia del país, pues el diálogo con la serie social, política e histórica de su contexto de producción, es constante en las piezas del autor de La Madonnita (2003) y Terrenal (2014) que han podido verse en escenarios de Paraná.

Este trabajo de origen académico, es de clara y sencilla exposición, lo que también agrega un valor extra al material de Milena Bracciale y la Eudem. Al centrarse en la vida y obra de uno de los artistas más reconocidos de la cultura argentina del corriente siglo, en sus distinciones y particularidades, queda manifiesto su aporte trascendente para el teatro latinoamericano y su historia.


Un Sócrates de este siglo

De reciente reedición, hace poco más de un año, Todo y nada es apenas un tomo de las elusivas Obras Completas de Macedonio Fernández, que incluye el prólogo a la primera edición de 1995 escrito por su hijo, Adolfo de Obieta, y preserva el tono de páginas y anotaciones aforísticas realizadas entre 1922 y 1952 por el autor del Museo de la Novela de la Eterna.

La fantasmática presencia del gran Macedonio, en la literatura y la historia de este país, regresa aquí una vez más para sorprender con su humor y filosofía, al lector de hoy. “Macedonio fue muy parco en recordar su pasado”, señala el editor, quien desde fines de los 80 se dedicó a recuperar los papeles dispersos y los textos únicos del excéntrico amigo de los Borges. Así, lo que antes era una circulación cifrada y minúscula, de una desgraciada tribu literaria cada vez más pequeña, comenzó a adquirir un inaudito relieve que excedía en mucho, las capillas porteñas de los porteños. La sincronía argentina de esta aplazada lectura y entusiasmo, uniformó la experiencia vanguardista de los jóvenes receptivos de la recienvenida democracia en el Río de la Plata e integró nuevas generaciones de sus artistas.

“Creadores, filósofos, críticos contemporáneos, parecen dispuestos a sacar insólitas interpretaciones y enseñanzas del material reunido en sus Obras Completas, atrapados por el sortilegio de las mascaradas de este pensador argentino que no se propuso legar una producción escrita, sino otras sucedáneas reflexiones, a la manera de un Sócrates del siglo XX, que sólo incurrió en el error de volcar en la escritura ciertos rasgos y testimonios de su grandeza”, afirma Corregidor en contratapa de Todo y nada, a más de veinte años de la muerte del fiel ordenador de Obieta.

 

domingo, 9 de febrero de 2025

Crónica (del Matecito y la 34ª Fiesta Nacional del Mate)

Por suerte están las palabras

Mónica Borgogno


Walter fue nuestro primer espectador de las cajitas de teatro lambe lambe que llevamos a la 34ª Fiesta Nacional del Mate, en Paraná. Más precisamente, llegó a la plaza de las provincias, en Laurencena y Silvano Santander, en la segunda jornada, este sábado 8, cuando la sensación térmica marcaba 40º.

Estábamos de preparativos, desplegando y armando cuando llegó Walter que tuvo toda la paciencia de esperar para su función. Mientras, conversábamos.

Desde que se asomó a la mirilla de Sebastiana (historia basada en el cuento La tortilla de papas de Sandra Siemens), y cuando cerré la cortinita que daba punto final a la breve historia y nos miramos, vi que una sonrisa le desbordaba el rostro. Hasta con los ojos parecía que sonreía este niño de unos 10 años.

Se quedó dando vueltas en torno a esta cajita cuyas paredes, mágicamente ilustradas por Jaimo, recrean estampas de un barrio y una vecindad cualquiera. Dio toda una vuelta manzana, podría decirse.

Después saqué al títere protagonista, doña Sebastiana, se la mostré, tan chiquita, como este niño capaz. Se la presenté y él la saludó con la yema de su dedo índice.

-¿Viste que hace wily con la motoneta?

Saqué la moto de varilla y probamos movimientos entre los dos.

-¿Y puede ir rápido?, preguntó.

Siguió merodeando y curioseando un rato más el resto de las cajas y los espectáculos programados en el Matecito, el espacio dedicado para los más chicos.


Al rato lo vi con los cachetes llenos de brillo y los cabellos coloreados. Había pasado por el stand de glitter.

Andaba sólo Walter. No era de la zona, lo habían mandado a pedir, deslizó.

Todo lo que jugó y se divirtió en esas horas. Ojalá haya sido el mejor día de sus vacaciones.

No hubo foto de estas escenas, sería imposible. Por eso vine a escribirlo.

 

*

Planetas desalineados

El viernes llegamos hasta Laurencena y Güemes y pedimos autorización para pasar a descargar nuestros petates en la plaza de las provincias. En realidad, ya habíamos dado el dato de la patente, tal como nos habían solicitado, para poder ingresar sin problemas.

El jefe del operativo de seguridad vial del Municipio, nos miró con cara de pocos amigos, vio la patente pero también notó que teníamos una cubierta muy baja y nos habilitó el paso.

Otro agente municipal, de lástima, creo, nos dejó estacionar a 45º, frente al edificio que está al llegar a Presidente Alfonsín.

Bajamos las mesas, las banquetas, las valijas, las guirnaldas, la botellita de agua también, cerramos el auto y fuimos a acomodarnos a la sombra. Silvia fue con Una de piratas y yo Otra Alfonsina en esa primera jornada de la concurrida Fiesta Nacional del Mate. Ya nos estaba esperando Marcelo con el equipaje de Una cajita misteriosa.


Nos olvidamos del asunto “transporte” pero cuando al finalizar las funciones, volvimos al auto, vimos que la cubierta, totalmente desmayada, parecía que besaba el asfalto. Una chinche mayúscula nos agarramos mientras pensábamos, cerca de las 22, cómo resolver el asunto y regresar.

Llamar al seguro, por otras razones, se complicó. Fuimos hasta la gomería más cercana, la de Laurencena casi Güemes. Estaba cerrada, como si nunca hubiera estado abierta. Contamos la situación y el gomero que vivía al lado, nos auxilió.

Salvadas, fuimos en busca de algo para cenar, lo que sea. Nos detuvimos en uno de los puestos asignados a los clubes de la ciudad y así fue que comimos los mejores superpanchos de nuestras vidas. En esta ocasión, le hicimos honor a la oferta del Club San Miguel de Sudoeste, de Paraná XVI.

Llegamos hasta la música del escenario más cercano, el Parientes del mar. Ahí escuchamos a la banda local Latin Groove. No bailamos con su ritmo porque recién estábamos recuperándonos de las idas y vueltas del agitado día.

“Los planetas se alinearon a tu favor”, me había dicho más temprano Silvia, a propósito de una librería que ni había inaugurado en Oro Verde, y nos había hecho el favor de imprimirnos unas tarjetas que entregamos al público, al terminar cada función. Es que antes, ni la computadora ni la impresora de casa, respondían a mis órdenes y hubo que buscar tal plan B.

Luego la noche siguió en modo disfrute con la música de la banda santafesina Sig ragga que con una brisa de río, nos aligeró los calores y desavenencias acumuladas.

A la hora de emprender la vuelta, osamos preguntar al mismo jefe del operativo por dónde nos convenía salir. Resulta que nos reconoció y ahí nomás nos dijo que nos habían llamado por alto parlante para que retiremos el vehículo de donde lo habíamos dejado porque era el lugar de estacionamiento oficial de la intendenta, Rosario Romero.

“Se salvaron de que la grúa no les lleve el auto”, agregó otra municipal.

Silbando bajito y agradeciendo la buena suerte del día, nos retiramos.


*

La vida misma

Las cajitas de teatro lambe lambe acercan historias breves, intentan ser, para quien se asoma por la ventanita, un pequeño paréntesis en la vida y ritmo cotidianos, un universo plástico y fantástico, únicos.

Las reacciones de chicos y grandes son disímiles pero en general, son miradas sensibles a la síntesis, al detalle que propone cada uno de estos dispositivos escénicos.

Marlene, una nena de unos 11 años, tras la función de Otra Alfonsina, escribió en un papel: “Me encantó. Me gustó cuando apareció la luna”.

“Es lindo imaginar que es la historia de Alfonsina Storni que se va con ese caballito de mar”, aportó otra espectadora.

“Hay que cuidarla”, señaló Dulce, una adolescente, después de ver la historia de la desmemoriada Sebastiana.

En tanto Pamela comentó: “Es la vida que ocurre ahí dentro”.

En fin, felices y agradecidas de haber pasado por esta edición de la Fiesta del Mate, la experiencia de hacer funciones en semejante instancia, con público de todas las edades y provenientes de distintas localidades... Contentas porque quienes se animaron a espiar cada una de estas cajitas, ¡nos regalaron hermosas devoluciones y miradas difíciles de olvidar!

lunes, 20 de enero de 2025

Reseñas de verano

A 40 años de la muerte de Manucho

Poquito antes que se cumplieran cuatro décadas de la desaparición física del escritor Manuel Mujica Lainez, a fines del 2024, el Fondo de Cultura Económica reeditó en su Serie Viajeras/Viajeros, la atractiva antología de crónicas periodísticas titulada El arte de viajar.

Con selección y prólogo de Alejandra Laera, en un enorme trabajo de investigación que se agradece, el libro recoge gran parte de los textos escritos entre 1935 y 1977 en los recorridos por el mundo del autor de Bomarzo. Según rescata la prologuista, Mujica Láinez puso en evidencia en estas crónicas editas e inéditas, no sólo la convicción temprana acerca de su vocación, sino también su percepción del mundo y los modos de moverse en él.

Épocas de guerra, de posguerra, de crisis y de vanguardias, son narradas desde un lugar diferente, según señala acertadamente Laera, por el colaborador de La Nación, no pocas veces con novedad y maestría.

El autor camina fascinado entre las ruinas (de Europa, Sudamérica o Asia), y devela en cada paseo observaciones sobre grandes artistas, incluso de la historia del teatro universal, sus territorialidades y personajes. Persuade sobre la eternidad de ellos, con una mirada a veces crítica y a veces condescendiente sobre el multitudinario turismo. En éste sentido son particularmente atractivas, las crónicas dedicadas a Atenas, sus templos y genios; Stratford-on-Avon, sus monumentos y voces; Weimar y los fantasmas de los poetas Goethe y Schiller en su cripta.

Acierta Manucho a inmortalizar perfumes, brisas, paisajes y gestos de los otros pasajeros que con él van a China, Perú, Japón o el Reino Unido; Bolivia, Suecia, España, Italia o Francia... Pero esas ruinas y tumbas visitadas son sociales más que históricas, producidas por la acción del hombre.

Con suma experticia, revela informaciones, lecturas y relaciones de su tiempo y su persona, considerablemente marginada dentro de la literatura argentina de éste nuevo siglo (que ya va por su cuarto!).

Este es un grueso volumen de más de 360 páginas, de amena e interesante lectura del escritor viajero, tantas veces censurado o perseguido.

A la vez que ofrece un umbral al estilo siempre pulcro del escritor que se radicaría al final de su existencia en la finca El Paraíso de Córdoba, donde fallecería, luego de darle la bienvenida al entrerriano Juan Carlos Ghiano en la Academia Argentina de Letras, acepta sumergirnos en un tornado de experiencias y nombres ilustres como los de Noel Coward, Jean Cocteau o Cervantes.

miércoles, 27 de noviembre de 2024

Lecturas para conocer más, siempre

Reseñas

Un Tiempo detenido

Querido Zeitlin (Eudeba) aparecido el año pasado, con un sorprendente y lúcido prólogo de Solana Schvartzman, es un trabajo excepcionalmente valioso de/sobre César Tiempo, el otrora famoso escritor, editor y periodista nacido en Ucrania en 1906 pero antes de su primer año de vida, ya radicado en Argentina junto a su familia.

Incluido dentro de la Serie de los dos siglos -dirigida por Sylvia Saítta y José Luis de Diego-, el libro reúne una selección de cartas escritas o recibidas por Israel Zeitlin más conocido por su seudónimo César Tiempo, entre los años 1930 y 1976 por la que desfilan nombres de muchos protagonistas de la cultura y el teatro argentinos y de todo el mundo. Así este Querido Zeitlin se derrama en las relaciones que el autor mantuvo con personalidades y artistas del país como Juan Filloy, Enrique González Tuñón u Horacio Quiroga; de la región litoral como Carlos Mastronardi, Alberto Gerchunoff, o el dramaturgo Samuel Eichelbaum y sus vínculos con instituciones, territorios y creadores de influencia nacional e internacional como Gabriela Mistral, Rafael Cansino Assens, Ramón Sender o Alfonso Reyes, entre otros tantos. En esas cartas se filtra el impacto de las políticas de la época y los vaivenes del país, las condiciones de salud del autor, sus diversificadas y variadas lecturas y la circulación de sus libros.

En el escrito que mandara al intelectual y gestor cultural Máximo Yagupsky (nacido en La capilla, paraje del departamento Gualeguaychú), bien describe, por caso, la situación por la que atravesaba en 1968: “… usted no tiene idea en el zarembeque en que vivo. Debo trabajar como una manada de animales (que trabajan) y nada alcanza en este país donde los ricos se enriquecen vertiginosamente y los pobres estamos más pobres que la sámara del olmo”. En otras misivas, también pueden leerse los esfuerzos que Tiempo hizo, estando al frente entre 1952 y 1955 del suplemento cultural de La Prensa nacionalizada y absorbida por la CGT así como en otras, surgen los embates contra el antisemitismo y las censuras.

Autor olvidado según el texto de Schvartzman, como Isidoro Rossi o Claudio Martínez Payva, con éste último es con quien Tiempo más podría asociarse tal vez: ambos peronistas, ambos provenientes de clase baja, ambos ignorados, discutidos o negados por décadas.

Las 150 cartas –género literario en extinción, si los hay- rescatadas del fondo documental de la Biblioteca Nacional Mariano Moreno y otros archivos, es una selección que busca mostrar la riqueza del universo de César Tiempo, y la heterogeneidad de su archivo; la vida argentina de medio siglo y de algunos de sus protagonistas.

En el libro del poeta, periodista y dramaturgo boedista (El teatro soy yo, 1933; Alfarda, 1935; Pan criollo, 1937; Andrómeda o La belleza victoriosa, 1939; Zazá porteña, 1945) -también director del Teatro Cervantes entre 1973 y 1976-, se develan sus aristas identitarias y sus movimientos filiatorios, su fe judaica pero también las tensiones al interior y al exterior de los campos de la comunidad y de los destinos políticos argentinos.

Una gran edición ésta que trae otras viejas voces, que dialoga con los tiempos presentes y con los Tiempos que nunca cesan.

Sobre dramas de desarraigo

¿Permanecer o irse? Territorios e identidades en el teatro del litoral, tal el último título de Guillermo Meresman en la editorial independiente Azogue Libros, que llega con apoyo del Consejo de Teatro Independiente de Entre Ríos (ConTIER), fue presentado recientemente en la Fiesta de Teatro co-organizada por el INT y Cultura Entre Ríos.

La publicación es parte resultante de la convocatoria realizada por el nuevo organismo, y del proyecto de difusión de aspectos de la historia teatral entrerriana del investigador, director y editor.

El título recupera una pregunta que se hiciera el poeta y ensayista oriundo de Nogoyá, Antonio Turi, en un artículo allá por la década del 60, en el que hacía referencia a César Iglesias Paz y el desarraigo o dilema que lo aquejaba al igual que a tantas generaciones de artistas. “¿Figuraría su nombre en las merecidas páginas que le dedican las historias del teatro argentino de haber permanecido, obediente al sedentario consejo del viejo Vizcacha, en su nativo Yeruá?”, reflexionaba Turi.  Meresman trae a colación dicho interrogante en sus palabras preliminares, y bajo esa premisa ensaya una mirada “no hegemónica de la historiografía del teatral nacional” en torno a la vida y obra de otros autores de Entre Ríos y también de Santa Fe.

Así es como en un total de ocho artículos o ensayos seleccionados, a los que se suman más de diez registros fotográficos, muchos de ellos inéditos, repasa y analiza las trayectorias y recorridos, orígenes, influencias, identidades de creadores como Juan Carlos Ghiano, Miguel Ángel Pepe, Lito Senkman, Claudio Martínez Payva, Gaspar Benavento, Isidoro Rossi.

Ya desde la tapa, el libro ofrece una perspectiva antigua de la ciudad capital, con el protagonismo del Teatro 3 de Febrero y otros edificios urbanos aún hoy reconocibles. Pero la mirada del autor es panóptica, cruza el Paraná e incluso avanza hacia el Uruguay, se detiene en los rostros de los autores arriba mencionados, espía escenas de obras de Isidoro Rossi, Luis Minaglia o Gabriel Cosoy; reúne en documentos desconocidos a los grupos Casacuberta o La escena y refresca la memoria de los tiempos de la dictadura, de la obra de César Iglesias Paz y de muchos teatristas de Santa Fe y la provincia.

Con este nuevo libro del investigador Meresman, posterior a las Obras dramáticas reunidas de Isidoro Rossi, Azogue Libros se pone al frente del área editorial del teatro en la región. La cantidad y calidad de los textos, abre la esperanza para que los teatristas del litoral puedan seguir accediendo a textos dramáticos, estudios y crónicas del quehacer escénico en la zona, así como conocer la ubicación de cada una de las figuras en el mapa del teatro nacional de su época y el diálogo con las compañías, salas y públicos de entonces. En efecto, en un párrafo a propósito de una de las obras de Martínez Payva y su derrotero, parece sintetizarse ahí, algo de los entrecruzamientos de la producción dramática y sus puestas, que se dieron entre uno y otro rincón de esto que se define como litoral: “En relación con La isla de Don Quijote, dirigida en Rosario del Tala por José Miguel Pais, padre del destacado teatrista, gran autor y director santafesino Carlos Pais, permitieron al autor compartir anteriormente el éxito de la compañía del binomio de capocómicos, el reconocimiento en Madrid (1922) y posteriormente, que la pieza fuera dada a conocer por numerosas ciudades de la Argentina merced al reestreno de la compañía de Carcavallo”.

El libro en cuestión ya empezó a girar y circular por elencos de la provincia, bibliotecas y librerías de la región, en busca de sus más ávidos y específicos lectores.

miércoles, 4 de septiembre de 2024

Seguimos leyendo...

De cien años atrás y un poco menos también

Historias de Bardo. Siglo XX es una nueva publicación de la Asociación Civil Teatro del Bardo, que hace unos pocos meses se conoció en Paraná y ahora comenzó a circular por todo el país.

El libro, como su nombre lo indica, remite a historias barderas del siglo pasado, pero como saben en la grupalidad, el bardo sigue actuando actualmente. Usamos la expresión en el sentido de conflicto, disputa o problema, como creemos escogieron los integrantes, sin dejar de pensar en “el Cisne de Avón”, por supuesto.

Por eso los textos dramáticos de Pánfilos (2018), de Valeria Folini, Walter Arosteguy, Olivia Reinhart y Tovio Velozo y Jacinto Rojo (2013), de Valeria Folini, Nadia Grandón y Walter Arosteguy, vienen acompañados de críticas, textos periodísticos, fichas técnicas y un código QR que permite acceder a las imágenes de los sucesos escénicos, ficha técnica y la génesis de los trabajos a partir de la intervención en El desmontaje infinito que se transmitió por youtube.

El prólogo fue redactado por el investigador especialista en los teatros obreros, libertarios y anarquistas, Carlos Fos, y es uno de los últimos aportes del antropólogo cultural recientemente fallecido, al estudio o consideración de un sector importante  del  teatro argentino y su sociedad. También hay artículos de Daniel Fiorotto, Violeta Vignani, críticas y notas de Víctor Fleitas, Fernando Kosiak y Roberto Schneider del 2013, aparecidas en medios de Paraná y Santa Fe.  

Las piezas en cuestión rinden algo así como tributos pues, a la escena ácrata de comienzos del siglo pasado en Entre Ríos y España, y rescatan para el presente sus motivaciones de compromiso y militancia combativa.

Este libro se suma a Resistencia trágica (2018), donde el reconocido grupo entrerriano había dado a imprenta varios de los textos dramáticos escenificados hasta la actualidad; esta edición más pequeña, sin embargo, amplifica notoriamente su trabajo original y su difusión nacional.

En el contexto de los últimos meses en el que los espacios culturales ven peligrada su existencia, la aparición de este texto confirma el esfuerzo en el proyecto creativo grupal de los integrantes, y se agradece.

Rescate regional

Las Obras dramáticas reunidas, de Isidoro Rossi, con estudio preliminar y compilación de Guillermo Meresman, volumen recientemente aparecido,  aporta un mosaico importante en el revestimiento de esa pared que llamamos historia.

El libro, de la editorial independiente de Paraná Azogue Libros, incluye cuatro textos inéditos de Rossi, que son presentados por la directora del Instituto Nacional de Estudios de Teatro (INET) Laura Mogliani, y vienen acompañados por un anexo fotográfico que rescata del olvido la figura del insigne autor paranaense, estrenado numerosas veces en el litoral.

En efecto, Rossi fue uno de los pocos autores entrerrianos del siglo pasado que optaron por quedarse en su provincia, desempeñando distintos roles en el campo cultural local y adquiriendo cierta notoriedad nacional. Meresman ha gastado una vida ocupándose de él en distintas oportunidades, escribiendo sobre el letrista de la Marcha de Entre Ríos estudios, análisis del corpus textual, capítulos y artículos sobre sus producciones y figura. En el 2022, organizó una valiosa muestra en el Museo de la Ciudad Dr. Blas Pérez Colman, que guarda el patrimonio existente de don Isidoro Rossi.

Esta vez, acerca una aproximación a sus tareas, temas, estrenos y circulación de la impar labor llevada a cabo por “el muchacho que era bueno” entre 1920 y 1951, año del deceso del dramaturgo que escribiera Por despistar, En la cuesta, El muchacho no era malo y Cárcel, esta última estrenada en diciembre de 1935 en la penitenciaría de la capital provincial.

Registro de la puesta histórica
en la cárcel de Paraná (entre 1935-37)

Este libro de casi 170 páginas, de cuidada edición, puede ser pensado además como los 170 escalones de una escalera al conocimiento total imposible sobre o del creador del grotesco criollo ¡Berto! (1933). Cada una de sus páginas trae aparejado un pacto con el pasado teatral y un futuro potencial: desfilan los nombres también como en una galería de recuerdos de la española Concepción Arenal, del uruguayo Florencio Sánchez, del concordiense Juan José de Soiza Reilly, del Nobel Jacinto Benavente, y provocadoramente tal vez, de Alberto Ure.

Es una publicación amable, celebratoria, que confirma la valía de una obra dramática fundamental para el teatro argentino y de un estudioso o al menos interesado en sus huellas.

Cabe destacar que tanto Historias del Bardo como Obras dramáticas reunidas cuentan con apoyo del Instituto Nacional del Teatro.

 

viernes, 19 de julio de 2024

Con el deseo del teatro como motor

Balance de Mónica Borgogno y Guillermo Meresman

 

Entre el 10 y el 14 de julio se llevó a cabo el Festival de Teatro de Rafaela 2024.

Con una propaladora que voceaba -como los viejos verduleros las ofertas de tomates y papas-, invitando así a todos los espectadores, a “actuar como si supiéramos”, se abría esta fiesta de las artes escénicas.

Aunque fueron menos días de los que nos tiene acostumbrados, esta 19na. edición tuvo sin embargo la misma jerarquía estética, que sus versiones precedentes. En este caso, el cambio de color político en la intendencia, no parece haber afectado demasiado la gestión de estos días a puro teatro, al menos a los ojos de extraños y visitantes. El nuevo intendente Leonardo Viotti tuvo la inteligencia de continuar lo que otros iniciaron en 2005, aún a pesar de un contexto más que adverso, de retirada sino desinterés de las políticas nacionales de cultura. No obstante, como rezaba el eslogan de esta vez, el festival Late con fuerza y por varios años más, porque está demasiado instalado en el corazón de una ciudad y un país: “De chiquita traía a mi hija a ver espectáculos y hoy tiene casi 20”, dice una mujer que con su testimonio ilustra la magnitud del fenómeno.

Un total de 21 obras, una docena de espacios de la ciudad intervenidos por distintos acontecimientos teatrales y varios miles de espectadores acompañando cada función, pusieron calor, color y humanidad a este tradicional receso invernal.

Esta edición del renombrado festival santafecino se caracterizó por una gran variedad de propuestas escénicas, una numerosa participación de artistas locales y varias actividades especiales que son marca registrada de este encuentro ya mayor de edad.

Tanto las autoridades municipales como de la provincia, que tomaron la palabra en el acto de inauguración oficial, resaltaron la idea de que la unión hace la fuerza, que la cultura es gestión, memoria y futuro, que la inclusión es posible y que el arte, en todas sus manifestaciones, es fundamental para una sociedad viva, que valora sus recursos y ansía mejorar.

La apertura del miércoles, a diferencia de otras veces, fue con una singular performance que consistió en una intervención del espacio público céntrico, protagonizada por los asistentes al laboratorio dirigido por Juan Parodi pero también con mujeres del grupo de teatro de adultos coordinado por la actriz local Marcela Bailetti. Con escenas y situaciones que transcurrían a lo largo de toda la avenida Santa Fe, actores, actrices y bailarines rafaelinos sorprendieron, unos bajando una escalera señorial de un negocio de electrodomésticos, otros desde balcones y esquinas especialmente iluminadas. Así el público pudo vivenciar la fusión de ciudad y teatro, reflexionar en torno a esta disciplina, la importancia de soñar y proyectar, pensar y jugar en lo urbano.

La ciudad celebró estas distintas postas que ofreció el desfile que concluyó en el Cine Teatro Belgrano, donde se dio puntapié inicial a obras movilizadoras, divertidas y muy convocantes, a juzgar por el lleno total de las salas.

Los espacios de formación, de diálogos e intercambios, fueron otra vez uno de los puntales fundamentales de las búsquedas del FTR que apuesta a renovar y formar nuevas generaciones de actores y públicos. Los laboratorios de performance interdisciplinar, de teatro y por primera vez, de dramaturgia, dictados por Parodi, Santiago Gobernori y María Eugenia Meyer, respectivamente, junto a las concurridas rondas de devoluciones, en las que artistas y parte de la prensa argentina develan secretos y vicisitudes del oficio, cruzan miradas y procesos creativos, junto al público en general, o bien transfieren y tejen historias, explicaciones de procedimientos o ponen en palabras el deseo de todos de crecimiento y algún humano porvenir.

Festival popular como pocos, de alto impacto social y lograda resistencia a la globalización, al neo capitalismo y la deshumanización de la especie, el devenir del  FTR sigue enseñando, territorio de amor y emoción en la cartografía argentina y los cuerpos creadores.

Homogéneos trabajos
actorales de un
 hilarante Modelo vivo muerto

Disidencias y transgresiones

Corrido de la normas, asentado en sólidas bases, este festival va hacia el infinito en sus alcances, como una nave. Proyecta e instala costumbres buenas y nombres del recuerdo, contra las corporaciones, la soledad o las injusticias de cualquier existencia. Eso es desde hace casi dos décadas el FTR. Combate el dolor como un analgésico, cura heridas y abraza entre el frío, haciendo avanzar algo que jamás pareció dormido. Venga la doble moral, la pobreza y la violencia gratuita del poder o del sujeto.

Más de mil espectadores rieron a rabiar con Modelo vivo muerto, primera función en  sala del Belgrano repleta con esta creación colectiva del grupo Bla bla y cía (CABA). Pablo Fusco, Julián Lucero, Tincho Lups, Carola Oyarbide, Sebastián Furman y Manu Fanego, sobreponiéndose e incorporando algún desperfecto técnico, capturaron carcajadas con sus recursos de clown y su ácido humor con total desparpajo. Ironizaron sobre las academias de arte, la educación, las relaciones absurdas y sus vínculos con lo escatológico, ante la atónita mirada de las autoridades sentadas en primera fila.

Camila Peralta, protagonista de una
original y tierna historia
pergeñada por Martín Bontempo

A continuación, todos al Lasserre a disfrutar de uno de los acostumbrados y logrados unipersonales seleccionados por los organizadores: la tragicomedia Suavecita, de Martín Bontempo con una interpretación notable de la joven actriz Camila Peralta. Una historia novedosa, enternecedora, de un personaje marginal, con tantas aristas, aciertos y matices, que se llevó una ovación por el mito que instaló.

Casi lo mismo ocurrió con otro de los notables espectáculos: Matate, amor, de Ariana Harwicz y dirección de la leyenda Marilú Marini, con una Érika Rivas que entregó todo su talento y fue un montón.

Rivas dio sobradas muestras de talento
en medio de una poética escenografía 
En su caso, la adaptación realizada con Harwicz y Marini sobre la novela, planteó con rudeza un teatro guerrillero o al menos rebelde, imposible de domesticar. Los recursos de la consagrada actriz fueron además agradecidos en Suardi, la subsede del mega evento, por su figura y los descarnados temas que aborda y otros que desliza como la maternidad, las culpas y soledades, la posibilidad de un suicidio, las luchas femeninas de los últimos siglos.

Juan Isola, conocido cantante de La joven guarrior, en el mismo primer día, mostró una pieza bajo su dirección: Janequeo, un encanto doloroso, otro trabajo disfrutable, con mucho humor. El elenco, con la frescura interpretativa de Delfina Colombo, Emanuel D`Aloisio, Gogó Maldino, Facundo Mejías, Candela Font y Eugenio Tourn, recrea una historia de aventuras, amores y desamores de la época de la Conquista, con personajes de géneros desdibujados, difusos, al igual que el lenguaje y las tonadas que usan. Al decir de su director, es una buscada “desmesura de personajes, cuerpos, espacios, lenguajes”. 

Una escena de
Janequeo, un encanto doloroso
Varones/mujeres y mujeres/varones, con sus atributos expuestos, honran a Latinoamérica y su contracultura. Animalidades al acecho, desenfrenos de hablas y causticidad, fueron rasgos de esta lograda comedia dramática.

 



Un surtido federal

Durante todo el festival se vio a rafaelinos y visitantes con la alegría de saberse partes de un fenómeno que mueve más de 15.000 personas, y sacude la economía regional.

El intendente Leonardo Viotti y la Ministra de Cultura de Santa Fe Susana Rueda, se encargaron de marcar la cancha y resaltar precisamente la trascendencia de apostar a la cultura. Asimismo, la marca transgresora o innovadora del solvente equipo de producción del FTR, sigue ocupando lugares en la consideración de todos y se filtra en espectáculos, barrios, conversaciones varias.

Aquí, un momento de los desopilantes
gestos de Max Suen y Felipe Saade 


La obra Breve Enciclopedia sobre la Amistad, de Tomás Masariche, con excelentes trabajos de Max Suen, Felipe Saade, Casandra Velázquez, Maga Clavijo y el propio Masariche, figuró entre uno de los espectáculos que más gustó, sorprendió e hizo reír por lo original de la estructura dramática, contemporánea y desbordante, sumado a los absurdos juegos con el lenguaje que proponía. Además de dejar entrever problemáticas atravesadas por toda una generación prácticamente nacida con la crisis del 2001 y los consecuentes vaivenes sucedidos hasta este presente.

En tanto la pieza Un tiro cada uno, que se ofreció en dos funciones repletas en la cancha de básquet del Club Peñarol, conmovió por la profunda investigación sobre la adolescencia, la violencia y la crueldad que desnudan, además de la estructura dramatúrgica que proponen. Fiamma Carranza Macchi, Carolina Kopelioff y Camila Peralta compusieron el mundo masculino de tres pibes que mientras tiran al aro, desarrollan una virulenta intriga reconocida frecuentemente en las noticias policiales. Más que recomendable.

Escena inicial de Un tiro cada uno

Cabe añadir que se hicieron lugar en esta edición grupos de Tucumán, Córdoba, Rosario y Mendoza, con muy distintos acentos y exploraciones estéticas. Teatro documental, de sombras, para todo público, para las infancias; circo, teatro en plazas y espacios no convencionales. Una locura de intensidad, energía y amor al territorio propio.

Hubo adaptaciones de clásicos como Fuera de este mundo, realizado por los mendocinos sobre la famosa novela El extranjero de Camus, procedimientos biodramáticos para la concreción de una obra teatral en ciernes como en el caso de las tucumanas que llegaron con Estamos grabando de Guadalupe Valenzuela, y obras como La orquesta de El cuarteto del amor con una comedia musical que vino desde Córdoba para protagonizar el gran cierre de este encuentro.

Les reyes también integró la grilla de la programación 2024. Se vio un trabajo en el que Mechi Mendizábal y Damián Mai, desandan toda una metáfora en torno a las ambiciones del poder, con síntesis, humor y belleza, dirigidos por Felipe Saade y música en escena de Lucía Gómez.

Locales

Marcelo Allasino, fundador con su grupo del festival, presentó Hermanas tejedoras, con cuatro buenos trabajos actorales (María Laura Bañón, Marilú de la Riva, María Cecilia Tonon y Manu Zimmermann) y un estilo personal de puesta, provocador, como hace treinta años atrás lo fue su polémica versión de Lisístrata. Crítica contra el poder eclesiástico y el conservadurismo, con pizcas de acidez y locura, la comedia de claro tono popular, sacó carcajadas e hizo pensar a casi todos.

La bailarina Liza Taylor ofreció un elogiado acontecimiento en el Bosque Educativo Norberto Besaccia que tituló con Silvina Grinberg, Lugar secreto, con la participación del Dr. Jorge Frana, que acercó una indagación en torno a la naturaleza, la vida y el destino como especie. “El teatro nos hace crecer”, disparó el ingeniero y especialista en Entomología al tiempo que reparó en el diálogo existente entre esta puesta y la muestra Experimenta naturaleza, que podía verse en el corredor del Complejo Cultural del Viejo Mercado, donde a partir del concepto de "jardín planetario" de Gilles Clément, se instaba a nuevas generaciones a cuidar el planeta como si éste fuera un gran jardín.

El audiotour coordinado por María Eugenia Meyer por distintos puntos de Rafaela, denominado Cartografías de lo sensible, ofreció la producción de seis autoras rafaelinas emergentes, que habilitaron nuevas miradas sobre sitios, monumentos, casas y personajes de la ciudad, de modo que ya no pasarán inadvertidos. Es más, quien no hizo el recorrido podrá visitar esos lugares y bajarse con QR los audios de las historias muy prolijamente editadas.

En tanto Gobernori, a cargo del laboratorio que desembocó en La singularidad de lo mismo, tuvo la misión de dirigir a un elenco local de 19 personas. Con una estructura de primera y segunda parte –Cuidado Hollywood te estamos acechando y La inocencia de H-, muy diferentes entre sí pero igual de atractivas y originales, captó la atención del público que curioseó de cerca cómo cada actriz/actor mezclado entre el público, replicaba determinadas escenas de películas. Y más tarde, en otra parte de la sala del Centro Metropolitano La Estación, la propuesta acercó una historia simple multiplicada en tantos matices como actores en escena.

Entre los infantiles se destacó Les volátiles de Irene Ortin y Leonardo Carmona (Rosario) con acrobacias finas y precisas tal como lo anticiparon, con gracia, a sus pequeños espectadores. “¿Les gustan los espectáculos de precisión?” consultaron. Enseguida los presentes corearon “sí”. Luego los artistas arremetieron con un “¿saben lo que es la precisión?”. “No”, contestaron todos. Luego siguieron con destrezas arriba de una minúscula bici y con el diábolo hasta hacer participar a una niña para hacerla volar mágicamente.

Había una vez una canción de María Elena, desde Córdoba, recreó y multiplicó las historias disparatadas y el universo de la icónica cantautora María Elena Walsh. Caita Barberán, Franco Del Río y Agostina Lameiro se lucieron con unas coreografías muy prolijas y atractivas a la par que en la platea, grandes y chicos los acompañaban cantando ese repertorio tan clásico y precioso, a modo de un homenaje coral único.

No tuvieron menores méritos shows como Salpiclown o Acrobacias en juego que se vieron en espacios públicos abiertos y deslumbraron con sus destrezas arriba de zancos, con malabares o saltos mortales, tal como resaltó un niño.

Hubo otros velados tributos acaso, al teatro pánico, a la torpeza, a la tradición, a los inmigrantes; a la emoción, a la sorpresa y confraternidad; a la potencia de la risa y la emoción. Hubo escenas inolvidables que fueron una invitación a considerar las violencias instaladas y promovidas, para transformar el rumbo y las miradas.

Después de esta suerte de baño de inmersión teatral, parafraseando el juego de palabras que alguna vez realizó Chiqui González –ex ministra de Innovación y Cultura de Santa Fe-, uno tiene la certeza de saber que el teatro se escribe con T de Terremoto, de Tarascón, de Tornado y de tradición; T de tolerancia y trashumancia; T de Truco, trabajo, tragedia, tarima, trampa, transpiración. Uno se vuelve a la rutina con el corazón más acelerado, de contento nomás.

Y con la promesa, (aún ante la indiferencia de la Secretaría de Cultura de la Nación, que en esta oportunidad y por primera vez en este suceso único, quitó apoyo a través del Instituto Nacional del Teatro), de un gran festejo para los 20 años que se cumplirán en el invierno de 2025.

El FTR es sinónimo de transformación y resistencia, pero además de disfrute, felicidad y alegría. Solamente la necedad no logra verlo así.

 

Frases

“El festival de teatro se adueñó de la ciudad y la ciudad se adueñó del festival, que es lo que queríamos, dijo el intendente Leonardo Viotti.

“Estos 19 años de festival nos reafirman en el deseo de que siga creciendo y expandiéndose”, apuntó el equipo de producción al mando de Gustavo Mondino.

 “Ha sido un acto político, ha sido un acto de resistencia estar acá”, resumió Martín Lopetegui, coordinador de Cultura de la ciudad.